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jueves,
15 de
diciembre de
2005 |
La asamblea de accionistas analizará varias alternativas
Llegó el Día D: Aguas define
hoy el futuro de la concesión
El ministro de Obras Públicas ratificó que la provincia "está preparada para afrontar cualquier salida"
Isolda Baraldi / La Capital
La suerte sobre la continuidad o no de la empresa concesionaria Aguas Provinciales de Santa Fe se conocerá finalmente hoy. Es que la firma realizará una asamblea de accionistas para determinar si se declara en quiebra, transfiere acciones o se capitaliza, pero también ayer apareció otro escenario posible: el aplazamiento de la asamblea para otra fecha. "Es probable que tiren la pelota para adelante", confió una fuente que sigue de cerca las espinosas relaciones entre la firma y el Ejecutivo santafesino. Lo cierto es que esta nueva posibilidad es mirada con buenos ojos en el gobierno. "Marcaría una predisposición de los accionistas a preservar la firma. Ojalá se dé, porque sería un gesto de continuidad", expresó el ministro de Obras Públicas, Alberto Hammerly.
Sin embargo, y a pesar de cierto optimismo, el funcionario también remarcó que la provincia está preparada para afrontar cualquiera de las salidas que hoy voten los accionistas, incluso la disolución de la empresa. "Estamos en perfectas condiciones de hacernos cargo del servicio en las 15 ciudades donde la empresa lo está haciendo. No habrá ningún problema", aseveró. Es más, a pesar de que las idas y vueltas de Aguas en torno a la concesión constituyen uno de los mayores dolores de cabeza para el gobierno, Hammerly aseguró que el tema no se trató ayer en la reunión de gabinete. "En absoluto, es una cuestión en la que no tenemos ninguna injerencia, por lo tanto no merece un tratamiento en el gabinete", afirmó.
Así las cosas, en la asamblea de accionistas de hoy también es posible que se hagan transferencias de acciones y, en ese marco, podría darse que el Banco de Galicia -socio minoritario de la concesionaria-, compre el paquete junto a la empresa Cerámica Alberdi, ya que tiene prioridad para hacerlo.
Además hay otro interesado. Se trata del grupo comandado por el empresario Sergio Taselli, que incluso se presentó ante Aguas Provinciales como posible comprador.
Ese preacuerdo o negociación fue presentado al gobierno, que en principio no estuvo de acuerdo y pidió a Aguas mayores precisiones. "Nunca me contestaron nada, ni siquiera me dijeron que sí o que no iban a responder", confió Hammerly.
El ministro admitió que el conflicto es preocupante para el gobierno, a pesar de que advirtió que, ante cualquiera de las salidas, el problema "no pasará a mayores".
Lo que Hammerly no precisó es que pasará en el caso de que el servicio pase a manos estatales, es decir, si el Estado volverá a llamar a licitación o no. "Eso es potestad del gobernador, nosotros presentaremos alternativas y luego él decidirá", aseveró.
Discusión pública
En tanto, en la Asamblea por los Derechos del Agua y otras entidades civiles y sociales están que trinan y ayer volvieron a insistir con que el servicio de agua potable no es un bien "comercializable", sino un derecho humano fundamental. En ese marco, Roberto Peccia -uno de sus dirigentes- fustigó tanto al ex gobernador Carlos Reutemann (en cuyo período se concesionó el servicio) como al actual, Jorge Obeid, por el conflicto desatado en los últimos meses.
"No tienen derecho a reprivatizar un servicio después de diez años de fracasos y entregárselo a cualquiera que aparezca", despotricó Peccia.
El dirigente aseveró que el grupo Suez ya decidió su retirada en enero de 2003, aunque advirtió que por problemas "estratégicos" la concesionaria "no quiere que el servicio" sea estatal. "No le conviene, porque son el grupo que más clientes posee en el mundo y han tenido fracasos estrepitosos en varios países; este es otro más. Claro que lo hacen después de robar durante años como lo hicieron con el uno a uno, pero ahora el negocio dejó de ser rentable", disparó.
A renglón seguido, enumeró que el primer gran fracaso de Suez fue justamente en los Estados Unidos, en el distrito de Atlanta, donde después de dos años "fueron echados" por la alcaldeza. También remarcó que tanto en Yacarta, como en Manila (Filipinas), la empresa demostró no poder brindar el servicio. "El siglo XXI es el siglo del agua, así como en el 20 fue el del petróleo, ahora estamos frente a esta problemática mundial. Es por eso que es decisivo que haya una discusión pública sobre el futuro del servicio, del mismo modo que hay que discutir sobre todos los recursos hídricos", exhortó.
Pero Peccia no solo cargó las tintas en contra de la empresa sino fundamentalmente en contra de los gobiernos de turno. "Siempre nos hacen el cuento del tío y estas negociaciones en vez de ser públicas se hacen entre gallos y medianoches", aseveró y añadió: "Si hablamos de que el agua es un derecho universal y elemental, no puede ser que sólo tengan acceso al mismo los que puedan pagar".
Así las cosas, hoy se vuelve a abrir un nuevo capítulo en la concesión del servicio de agua potable y cloacas que se presta en 15 ciudades y municipios santafesinos. La empresa desembarcó en 1995 y se le otorgó la concesión por 30 años, de los cuales apenas se han cumplido diez en un marco de críticas permanentes no sólo de entidades sociales y civiles sino también de autoridades provinciales y municipales.
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Fotos
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Aguas Provinciales administra el servicio en 15 localidades santafesinas.
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