Autonomía municipal

Leí la nota de José Elmir que se publicó el martes en La Capital. No lo conozco ni tengo relación alguna con él, pero coincido plenamente con el artículo titulado: "Para Lifschitz, ¿cuánto vale la escoba?". Al respecto me permito alertar a mis conciudadanos sobre el peligro que representa para los rosarinos el esfuerzo político que realiza nuestro intendente para conseguir la autonomía municipal. De concretarse esta aspiración, el aumento de la tasa municipal y otras contribuciones sería una constante en la voracidad recaudatoria del partido gobernante. La pregunta que todos los rosarinos debemos hacernos es por qué se gasta una suma varias veces millonarias (que evidentemente el municipio no tiene), para expropiar la esquina de Córdoba y Moreno e instalar un nuevo Museo de la Memoria. La pregunta sería si se justifica que en la ciudad haya tres museos de la memoria: el que está en la estación Rosario Norte, el de la ex jefatura de policía, llamado "El Sótano", y el que quieren poner tras la citada expropiación, que no sólo incluye el valor del inmueble sino también el costo de desmontar las hermosas instalaciones del local y un posible juicio por lucro cesante que pudiera corresponder. Dentro de este panorama, tampoco se ha dado a conocer con la suficiente claridad el motivo por el cual se ha reducido del 7 por ciento al 7 por mil el canon que percibe la Municipalidad por la explotación de algunos bares, parrillas y locales comerciales radicados en terrenos municipales. El ingeniero Lifschitz pretende crear un impuesto sobre las propiedades en algunos sectores de la ciudad con incrementos entre el 50 y el 60 por ciento de la tasa municipal. Habrá seguramente algunos mal pensados que dirán que el intendente deberá reponer fondos que se gastaron en la pasada campaña electoral, aunque yo no lo creo. Lo que sí digo es que Dios nos libre si mañana el intendente consigue la autonomía municipal

DNI 6.001.345