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viernes,
02 de
diciembre de
2005 |
Engaña pichanga
La actual discusión entre el presidente de la Nación y los empresarios reunidos en Idea me parece una engaña pichanga. Todos sabemos que el primer fijador de precios es el Banco Central de la República Argentina que diariamente interviene en el mercado de divisas y no deja flotar libremente las monedas extranjeras. Esa es la primera falacia que se observa en el debate y es atribuible al gobierno. Pero los empresarios no dicen toda la verdad. Afirman sin escrúpulos que la inflación es un subproducto no deseado del continuo crecimiento económico. Esto es falso porque aunque se haya recuperado el consumo es comprobable estadísticamente que recién estamos en las mismas pautas que en 1998, año en que no sólo no había inflación, había deflación. Entonces corresponde decir "basta de sofismas", los ciudadanos advertimos las corresponsabilidades que tienen tanto el sector público como el privado. Que el gobierno incentive las inversiones dando moneda dura para adquirir los insumos que necesita la industria y que los empresarios realicen los esfuerzos para abastecer la demanda. Lo demás vendrá por añadidura, incluso la finalización de los procesos extorsivos de puja salarial.
Mauricio Salvo Domínguez
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