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domingo,
20 de
noviembre de
2005 |
"Se necesitarían
técnicos suicidas"
En una terminal portuaria de contenedores en Rotterdam, la rutina parece transcurrir sin complicaciones. Los camiones que traen contenedores de 12 metros a los barcos de carga pasan lentamente entre dos pilares blancos de 6 metros de altura con detectores que indican toda radiación de gama o neutrones en pantallas de computadoras en un puesto de control cercano.
Con su experiencia frente a las pantallas, los agentes de aduana ahora son expertos en la "lectura" de los vegetales, las cerámicas y otros productos con minerales ligeramente radiactivos. Si detectan algo sospechoso, ordenan enviar el contenedor a un edificio cerrado donde se somete al examen de poderosos rayos X capaces de detectar material extremadamente tenso como radioisótopos.
"Hasta ahora no se ha encontrado nada, lo que está bien", afirmó el funcionario Bert Wiersema. "Esto no es cocaína ni cigarrillos", cargas que suelen incautar sus agentes. "No hay un millón de bombas. Pero es importante como prevención. Saben que estamos aquí". Sin embargo, el mayor disuasivo para los terroristas sigue siendo la misma radiación. ¿Cómo podrían los novatos extraer, manejar y transportar dicho material? "Con mucha rapidez", observó el físico Benn Tannenbaum. "Deberían usar ropa interior de plomo y un delantal de plomo. Y tenazas para no tocarlo". Algunos expertos incluso conjeturan que se necesitarían "técnicos suicidas".
El peor escenario
El posible escenario de un estudio estadounidense avizora un caso peor: una bomba llena del poderosamente radiactivo cloruro de cesio, cuya explosión mata relativamente a pocos, pero cuya contaminación a largo plazo torna inhabitable durante años muchas manzanas de una ciudad.
Una "bomba sucia", aunque no devastadora, sería "un arma económica y un arma de terror", comentó Carolyn MacKenzie, especialista de la Aiea en fuentes de radiación. "Dispersar materiales radiactivos puede paralizar una zona durante mucho, mucho tiempo", explicó.
Pero desde el punto de los terroristas, ¿es imprescindible una carga altamente letal de radiactividad? Algunos sugieren que se podría aterrorizar igualmente a la población con una pequeña cantidad de radiactividad de bajo nivel que constituyese una mínima amenaza, siempre y cuando los detectores sonaran en Nueva York, Washington o cualquier otra ciudad.
La Aiea insta a los gobiernos a planear cuidadosamente la prevención, a fin de mantener bien informada a la población en una emergencia así. Entonces, dijo MacKenzie, "a la prensa le corresponde no inspirar temor".
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