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miércoles,
16 de
noviembre de
2005 |
El tabaquismo es responsable de la obstrucción respiratoria
La Epoc (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) afecta a más de 600 millones de personas en el mundo, principalmente a hombre y mujeres fumadores. Se caracteriza por falta de aire, tos crónica y expectoraciones. Hoy, se conmemora en todo el mundo el Día Internacional de la Epoc, con campañas de concientización en distintos países y con la premisa de que al ser diagnosticada a tiempo puede tratarse y evitar la progresión en el deterioro de la función pulmonar.
Este problema de salud puede ser revelado a partir de un examen clínico y una espirometría, prueba sencilla y no invasiva donde el paciente solamente debe soplar. Esa prueba determina el grado de obstrucción respiratoria.
La Epoc se relaciona básicamente con individuos adultos, hombres y mujeres, generalmente fumadores crónicos. Abarca la obstrucción de las vías aéreas no relacionadas con el asma y se asocia con dos patologías: la bronquitis crónica y el enfisema.
La bronquitis crónica es una inflamación persistente que se inicia en los bronquios más pequeños y se extiende hacia las vías aéreas mayores. Como consecuencia de una exagerada producción de mucus y de infecciones frecuentes se producen procesos inflamatorios crónicos. Cuando estos procesos se suman finalmente se logra la reducción de luz de la vía respiratoria, con una consecuente dificultad para respirar. La Epoc es un cuadro más frecuente en el sexo femenino que en el masculino.
En el enfisema, el trastorno se ubica en la pared de los alvéolos (pequeñas bolsitas en las que desembocan los bronquios y donde se efectúa el intercambio de gases respiratorios). Aunque el enfisema afecta especialmente a los hombres en los últimos años aumenta el porcentaje de mujeres que la padecen.
El factor de riesgo más común es el tabaquismo, siendo el responsable de entre el 80 y 90 % de los casos. Una vez que se declara la enfermedad, la evolución negativa es 10 veces más frecuente en fumadores que en no fumadores.
Otros factores de riesgo son los hereditarios, fumadores pasivos, exposición a contaminación ambiental y antecedentes de enfermedades respiratorias en la infancia.
La enfermedad se inicia sobre todo en personas que fueron fumadoras durante más de 10 años, lapso durante el cual no se presentan síntomas o pasan desapercibidos.
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