Una señal. Relevo obligatorio y masivo de todos los jerárquicos que cumplieron 30 años de servicio

Disponen el retiro de 77 oficiales superiores de la policía provincial

Rosúa reconoció que por los recambios en regionales hubo jefes que presionaron por destinos. Y dijo que la opción en la fuerza es cumplir o irse. Con la inusual medida el gobierno advierte que no tolerará nuevas intrigas

Hernán Lascano / La Capital

El gobierno provincial resolvió pasar a retiro obligatorio a 77 oficiales superiores de la policía santafesina que cumplieron los treinta años de servicio reglamentario. Aunque la decisión de jubilar a estos efectivos de alto rango tiene que ver con que alcanzaron el tope de antigüedad, la medida persigue un objetivo adicional: ser un elocuente mensaje de autoridad de parte del Poder Ejecutivo al interior de la fuerza, destinado a frenar las disputas internas que se desataron en ocasión de los recambios en las unidades regionales, en especial el de Rosario.

La resolución, por tanto, implica más que un movimiento rutinario en la tradición de los egresos de la policía. El gobierno quiere dar a leer su malestar con las operaciones surgidas en los últimos dos meses, cuando empezaron a barajarse los candidatos para conducir las principales departamentales de la provincia. Las autoridades de seguridad aducen saber que hubo oficiales superiores entremezclados en estas intrigas. Y que evitarán que tengan futuro en la fuerza, entre los que se quedan, los que apuesten a jugar de este modo.

Las ambiciones para conducir la Unidad Regional II dispararon niveles de contienda tan visibles que decidieron al gobierno a dar señales al respecto. "La vacante para jefe en Rosario se produjo antes de tiempo y algunos de los que se sentían candidatos armaban su propia línea de presión sobre el gobierno. Fue un grave error que cometieron los muchachos. Preocupados como estaban por los reemplazos y los destinos, terminaron conspirando contra el servicio, cuando el servicio debe insumirles el ciento por ciento de su tiempo", dijo a La Capital el ministro de Gobierno, Roberto Rosúa.


Una medida poco habitual
La noción de purga policial suele estar asociada a movimientos producidos por cuestiones disciplinarias o actos de corrupción. Esta medida, en ese sentido, no es una purga, dado que los que se marchan son funcionarios que llegan al final de su período activo. Pero es inhabitual que sean apartados 77 uniformados jerárquicos de un plumazo y por eso lo que se resolvió ayer tampoco es un simple acto administrativo. En ese sentido hay un recado para los que permanecen: empezar de cero.

"La policía tiene un orden verticalizado y una ley orgánica que la rige. Los movimientos los resuelve el poder político y nadie discute. Y el que no cumple se va", dijo Rosúa.

Los oficiales con más de 30 años de antigüedad pueden permanecer en servicio activo no por decisión propia sino por discrecionalidad del Poder Ejecutivo. En esa situación se encuentran hoy muchos jerárquicos que ya pasaron ese tope. Entre ellos están, por ejemplo, Raúl Avalos (jefe de plana mayor de provincia), Ricardo Cuevas (jefe de Logística de provincia), Marcelo Rivademar (jefe Unidad Regional de San Jerónimo), Reynaldo Juan Andrada (jefe de San Lorenzo), Américo Frías (jefe de San Justo), Normando Caldentey (jefe de Garay), Marcelo Cerliani (jefe de Belgrano). Todos estos oficiales, como el ex jefe de Rosario José Manuel Maldonado, están en la nómina de los que se retiran.

"Hay funcionarios de más de 30 años que son valiosos por acumular años de experiencia y estudio. Otros en cambio mantienen sólo una apetencia personal para permanecer y con ello no contribuyen al progreso de la fuerza", señaló Rosúa.

Los oficiales que se van pertenecen al escalafón general (no son profesionales) del cuerpo de seguridad. Tienen grado de comisario general, mayor e inspector. Todos sobrepasan los 30 años en servicio. Quedan sin funciones ni destino hasta que se completen sus trámites administrativos para la jubilación.

Hoy quedarán resueltos los reemplazos en nueve de las diecinueve unidades regionales santafesinas (ver aparte). Los subjefes de cada departamental también serán designados por el gobierno. La integración de cada plana mayor, en cambio, se delegará a cada jefe regional.

El ministro Rosúa con un grupo de oficiales, entre ellos Maldonado, uno de los que se van.