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miércoles,
16 de
noviembre de
2005 |
Confesiones para creer o no creer
"«Confessions on a Dancefloor» va de pasarlo bien, sin rodeos y sin parar", señala una Madonna que para llevar a cabo su plan recurrió al músico y productor británico Stuart Price, quien opina que la cantante "tiene un halo dance sobre su cabeza. Hicimos este disco sin ideas preconcebidas. Salió de nuestras entrañas sin presiones, muy espontáneamente".
A pesar de las buenas críticas, para el editor de las páginas de entretenimiento de la revista DJ, Carl Loben, "los fanáticos de la música disco no quedarán convencidos de la nueva imagen de Madonna pues ya no refleja su verdadera vida. Madonna encarnó las etapas tempranas de la cultura de las discotecas en Nueva York durante los años 80, pero dudo que ella haya ido a una disco por años". Sin embargo, la crítica señala también que la artista ganadora de varios premios Grammy y que ya forma parte de la historia de la música, fue muy astuta al escoger trabajar en su nuevo álbum con Stuart Price.
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