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miércoles,
16 de
noviembre de
2005 |
La visita. El ministro de Economía aseguró en Rosario que el gobierno investiga sobreprecios
Lavagna: maniobras de constructoras
dilatan la concreción de obras viales
Dijo que esta situación demora proyectos en la región. También criticó la gestión de Planificación
La Comisión de Defensa de la Competencia investiga maniobras de constructoras que presentaron ofertas en licitaciones de obras viales con sobreprecios de hasta 25%. Así lo aseguró el ministro de Economía, Roberto Lavagna, quien agregó que el presidente Néstor Kirchner ordenó frenar los contratos de adjudicación de las obras y reiniciar el proceso de licitación, tarea que "por lo menos lleva ocho meses".
El jefe del Palacio de Hacienda justificó así las demoras en la concreción de obras de infraestructura para la región que fueron anunciadas en reiteradas ocasiones. Pero Lavagna fue más allá y cargó contra los problemas de gestión del Estado en el manejo de los fondos para financiar obras de infraestructura. "Hay ocho fondos específicos que nunca tuvieron depositados menos de 1.100 millones de dólares desde diciembre de 2003", dijo. Los fondos específicos son administrados por la cartera de Planificación Federal, que conduce Julio De Vido.
"Está claro que acá no hay un problema de fondos", dijo al contestar en Rosario una pregunta sobre las demoras que se registran en concretar anuncios relacionados con obras para la región, como la autopista a Córdoba y otras rutas de jurisdicción nacional.
También aclaró que "no sólo es un problema del Estado" sino de las empresas que participan de las licitaciones. "En materia de licitaciones para caminos hubo sobreprecios de hasta el 25% y hay en marcha una investigación por colusión en Defensa de la competencia", dijo.
Se trata de la coordinación de distintos oferentes para participar en licitaciones públicas. "Se presentan dos o tres empresas y el que gana en una después no se presenta en la otra", graficó el ministro, quien no especificó de qué casos se trataba pero sí se quejó. "El Estado tiene sus lacras pero esta es una colusión de empresas". Lavagna explicó que al detectarse estas irregularidades, "el presidente tomó la decisión de frenar los contratos y por lo menos lleva ocho meses retomar el proceso".
Lavagna fue ayer el principal expositor del seminario "El 2010 y la inclusión social", que organizaron la Fundación Apertura y la revista Rosario Express en La Fluvial. Disertó ante un auditorio de empresarios y dirigentes políticos, entre los que sobresalieron el intendente Miguel Lifschitz, el diputado nacional electo Hermes Binner y su colega y contrincante Agustín Rossi.
En su discurso, Lavagna fustigó a los "empresarios noventistas" y "sindicalistas setentistas" que "no entienden" el camino para garantizar el crecimiento sostenido y que con sus actitudes presionan sobre la inflación (ver aparte).
Luego de un duro discurso sobre las presiones que enfrenta el plan económico, mencionó el tema de los sobreprecios en las licitaciones de obras públicas. Un tema que no es ajeno a la provincia no sólo por las demoras en los proyectos anunciados por la Nación sino porque el propio gobierno santafesino suspendió a mediados de año por un mes las licitaciones de infraestructura porque las firmas presentaban ofertas con sobreprecios de hasta 40%, cuando no quedaban desiertas.
En este caso, el programa de trabajos públicos se reinició luego de un ajuste realizado por el gobierno en los pliegos licitatorios. De todos modos, Lavagna no pudo escuchar esta experiencia de boca del gobernador Jorge Obeid, la ausencia más comentada en el almuerzo que cerró el seminario realizado ayer en La Fluvial.
El hombre del bicentenario
Antes de sumergirse en el almuerzo, Lavagna defendió la marcha del plan económico y se mostró convencido de que "la salida de la última crisis puede haber creado las bases de una etapa diferente de crecimiento sostenido hasta 2010".
Tras repasar la historia económica de los últimos 27 años, "período en el cual la Argentina sufrió 14 años de caída absoluta del PBI", se entusiasmó con su propia gestión, que muestra "un crecimiento sostenido desde el segundo trimestre de 2002". En números, citó un crecimiento acumulado del 31% desde esa época, un aumento de la producción industrial del 53%, un nivel de exportaciones que va camino a los 40 mil millones de dólares ("que se explica en un 48% por el crecimiento de las Manufacturas de Origen Industrial y no sólo por el aumento del precio de la soja", aclaró) y una reducción de 14 puntos en el desempleo.
"En lo peor de 2002 dije que era posible normalizar la situación, la sociedad lo comprendió y lo convirtió en realidad, hoy digo que estamos en el punto de partido de una etapa distinta, con expansión sostenida y distribución del ingreso", y eso depende "no sólo del gobierno sino del conjunto social". Subrayó que para garantizar un crecimiento del 5%, la inversión debe crecer del 21% del PBI ("el nivel actual récord, que es superior a los picos del 94 y 98", dijo) al 23%, además de sostener un esquema macroeconómico "consistente", con superávit fiscal y aumento del ahorro nacional.
Para Lavagna el principal desafío de la economía es "mejorar el empleo y recuperar la movilidad social ascendente" y defendió su política de anuncios graduales de "sintonía fina" en lugar de los clásicos "paquetazos". Dijo que "así se manejan los países modernos".
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Lavagna en Rosario, a puro reto. Criticó a exportadores, constructores y gremialistas.
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