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 viernes, 28 de octubre de 2005  
Renuncia mano derecha del vice de EEUU por caso Plame

Lewis "Scooter" Libby, jefe de gabinete del vicepresidente, Dick Cheney, renunció hoy a su cargo tras ser acusado por un jurado de obstrucción de la justicia y falso testimonio en el caso de filtración a la prensa del nombre de la agente de la CIA Valerie Plame.

La agente es la esposa de Joseph Wilson, un diplomático estadounidense que acusó a la administración Bush de manipular datos para justificar la invasión de Irak, lo que llevó a la especulación de que la revelación de su identidad fue a modo de represalia.

La "mano derecha" de Cheney fue incriminado por el fiscal Patrick Fitzgeral de obstrucción a la justicia, perjurio y por haberle mentido al FBI sobre cómo y cuándo supo sobre la identidad de Plame como agente de la CIA y su posterior difusión a la prensa, lo que podría significarle 30 años de cárcel.

No obstante, la justicia no lo incriminó por revelar el nombre de la espía, informó la cadena de noticias CNN.

Libby era el jefe de Gabinete de Cheney desde 2001 y su asesor en seguridad nacional y tiene además el título de asistente del presidente de Estados Unidos, George W. Bush.

Filtrar a la prensa la identidad de un agente de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) es considerado un crimen en Estados Unidos.

De acuerdo al Acta de protección de identidades de Inteligencia de 1982, el Estado norteamericano considera ilegal revelar intencionalmente información identificando a un agente encubierto "a ningún individuo no autorizado a recibir información clasificada".

El conflicto se inició en julio de 2003, cuando el columnista Robert Novak publicó en un artículo el nombre de la agente de la CIA Valerie Plame.

Cinco meses después, el fiscal Patrick Fitzgerald comenzó una investigación a fin de determinar si la publicación del nombre de Plame había violado la ley federal y quién era el responsable.

Fitzgerald citó a declarar desde entonces al presidente de Estados Unidos, George W. Bush, a su vicepresidente y a unos 20 funcionarios más.

También al periodista de la revista Time, Matt Cooper, y a la reportera del New York Times, Judith Miller, quien sufrió 85 días de prisión por negarse a revelar quién le había dado el nombre de Plame.

Wilson viajó en febrero de 2002 a Níger en una misión de la CIA para investigar si el régimen de Saddam Husein había intentado adquirir en ese país uranio enriquecido.

El ex diplomático testimonió que las sospechas eran infundadas, no obstante lo cual, durante el discurso sobre el Estado de la Unión de enero de 2003, Bush afirmó que Irak había intentado comprar uranio en µfrica. (Télam)
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