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 viernes, 28 de octubre de 2005  
FMI: Lavagna dice que no hay base de negociación aceptable

Buenos Aires- La Argentina está lista para retomar las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), pero las condiciones del último documento redactado por el staff del organismo en julio pasado son inaceptables, ya que entran en colisión con la política económica del país, aseguró esta tarde el ministro de Economía, Roberto Lavagna.

"Hace unos dos meses dije que Argentina estaba lista para negociar ya mismo con el FMI. La condición del lado argentino era que se respetara lo esencial del Programa Económico en curso", detalló Lavagna en declaraciones a un grupo de periodistas difundidas por el Palacio de Hacienda.

Sin embargo, el jefe del equipo económico señaló que "el único requisito para comenzar es recibir alguna indicación del FMI en el sentido de que la última presentación preparada por el Staff para la reunión informal del 8 de julio de este año no es un marco rígido al cual debe amoldarse la negociación".

"Esa presentación entra en colisión con aspectos centrales de la política y de la política económica argentina y, por ende, no es una base de negociación aceptable", sentenció Lavagna.

De esta manera, el ministro planteó la posición argentina respecto de la negociación con el FMI, luego de que el vocero del organismo, Thomas Dawson, reiterara ayer que el Fondo mantiene un "diálogo activo" con el gobierno argentino, pero la reanudación de las negociaciones para un nuevo programa es "una decisión que corresponde a las autoridades" de Buenos Aires.

En cambio, para Lavagna las condiciones del Fondo contenidas en el documento del Staff del FMI eventualmente interferirían en "la política impositiva, en los contratos de servicios públicos, en la deuda y en la política de tipos de interés y tipo de cambio".

La posición del staff "globalmente refleja criterios de política económica más parecidos a los de los años de especulación financiera (de la década del 90) que al modelo de producción, empleo e integración comercial al mundo que ha sido y es la base del Programa Económico actual", insistió el ministro.

Entre los puntos en discusión que mantienen los directivos del Fondo con las autoridades argentinas figura la renegociación de los contratos con las empresas de servicios públicos privatizados y una propuesta para los acreedores privados que no aceptaron la oferta para la reestructuración de la deuda que propuso el gobierno de Néstor Kirchner.

Para eso, el FMI recomienda un incremento en el superávit fiscal, para destinar ese excedente al entendimiento con los hold outs, posibilidad que el propio Lavagna se encargó de rechazar.

Al respecto, el ministro aseguró que el Gobierno sostendrá la política de superávit fiscal como centro del programa económico y de la política anti-inflacionaria y aclaró que los excedentes presupuestarios serán utilizados para políticas anticíclicas, la acumulación de reservas y el mantenimiento alineado del tipo de cambio.

Lavagna aclaró que entre noviembre y abril próximos "la orientación de esta política de fortalecimiento fiscal pasará por el respeto estricto de los niveles de gasto previstos para dicho periodo".

En cambio, aseguró que "el ingreso adicional que pudiera producirse irá a integrar una cuenta indisponible, cuyo uso tendrá un doble sentido de operar como un instrumento anticíclico, y ser un instrumento de la política económica para operar en el sentido de mantener alineadas con los objetivos de política económica variables macroeconómicas centrales" como el tipo de cambio y la acumulación de reservas.

En buen criollo, Economía no contempla de aquí a abril próximo desembolsos adicionales que tengan como destino atender un acuerdo con los bonistas que no entraron al canje de la deuda.

La Argentina dejó en suspenso sus programas con el FMI en agosto de 2004, cuando sus autoridades comenzaron las actividades para reestructurar su deuda, operación que culminó con éxito a inicios de este año, dentro de un proceso de recuperación de la economía. (Télam)
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