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domingo,
23 de
octubre de
2005 |
Imperdible.
Luz y tinieblas
Recibí "Desgracia", la novela de J. M. Coetzee, como parte de los libros que nos llegan mensualmente para reseñar en Lote. No la leí hasta bien entrado el año 2003, momento en el que la elegí entre otras novelas sin saber bien por qué. Hasta que lo supe. La potencia narrativa de Coetzee es completamente inusitada. Comienza casi light, con una prosa austera en imágenes y recursos, que cuenta la abulia de un profesor universitario que bascula entre amores, libros y un hondo sinsentido con indecisión unánime. Casi con el mismo tono monocorde, se produce un viaje para visitar a su hija. Pero de pronto la calma de la Sudáfrica profunda se convierte en el corazón de las tinieblas, donde la virulencia se apodera de todo y nada se salva, a excepción de la misma inocencia animal que pondera Fernando Vallejos ("La virgen de los sicarios", una de las grandes novelas latinoamericanas de los últimos tiempos) en sus libros y en su vida.
Fernando Peirone es director
de la revista Lote y de la Facultad Libre de Rosario.
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