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domingo,
23 de
octubre de
2005 |
Bush se muestra a favor de
emplear a indocumentados
Otorgarían visas temporales a inmigrantes para trabajos que los estadounidenses no desean hacer
Washington. - Viéndose presionado entre las empresas que necesitan trabajadores extranjeros y los políticos que piden frenar la inmigración ilegal, el presidente George W. Bush defendió ayer su plan de trabajadores temporales y prometió que reforzará la aplicación de la ley. "Una parte crucial de cualquier programa de trabajadores temporales es asegurarse que se aplicarán nuestras leyes de inmigración en los lugares de trabajo", dijo Bush en su discurso semanal de radio. "EEUU es un país de leyes. No debemos permitirle a los patrones deshonestos que se burlen de esas leyes".
Al mismo tiempo, "si un patrón tiene un trabajo que ningún estadounidense quiere tomar, debemos encontrar una manera de satisfacer esa demanda", dijo el presidente.
El plan, presentado por Bush el año pasado, contempla que trabajadores indocumentados puedan obtener visas de trabajo de tres años. Las visas podrían ampliarse por otros tres años, pero los trabajadores tendrían que regresar a sus países durante un año para solicitar allí un nuevo permiso de trabajo.
Republicanos conservadores están insistiendo en que primero se refuercen los recursos humanos y materiales para defender la aplicación de las leyes.
Se estima que hay 11 millones de inmigrantes ilegales en EEUU. Bush dice que muchos ciudadanos estadounidenses no quieren los empleos que los indocumentados están aceptando. Algunos conservadores también temen que el plan de Bush represente un primer paso para brindarles amnistía a los indocumentados, algo que la Casa Blanca ha negado.
En su mensaje radial, el presidente dijo que una inversión de 32.000 millones de dólares en el Departamento de Seguridad Interior demuestra que su gobierno ya está resolviendo el problema de la defensa de la ley. Subrayó también una inversión de 2.300 millones de dólares para contratar mil nuevos agentes de la Patrulla Fronteriza, mejorar la tecnología e instalar cercas y sistemas de iluminación.
Como "invitados"
También mencionó una inversión de 3.700 millones de dólares que servirán, entre otras cosas, para ampliar centros de detención de inmigrantes ilegales, a fin de que menos indocumentados que no son mexicanos sean simplemente puestos en libertad por la saturación de las instalaciones. "Nuestra meta es devolver (a su país) a cada inmigrante ilegal, sin excepciones", dijo Bush.
El mandatario agregó, no obstante, que un reforzamiento de las medidas contra la inmigración ilegal debe estar acompañado por una "amplia reforma migratoria", que incluye su programa de trabajadores temporales o "invitados". Ese programa, dijo Bush, satisfará las necesidades de trabajadores sin quitarle empleo a los estadounidenses y también aliviará la presión en las fronteras.
El discurso de radio fue la segunda vez que Bush tocó el tema en la semana. El presidente hizo casi los mismos comentarios el martes. (AP)
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