Los personajes

Tomás Quintín Palma

Está el tipo de lentes, con reflejos y vaquero nuevo (o lavado), con un libro en la mano pispeando los stands pero tratando de pescar alguna mujer como si fuera una feria de sábado por la noche.

El señor que encara hacia la parte de política y consulta sobre este tipo de libros mientras su hijo lo tironea diciéndole: ¿A qué hora empezaba Piripincho?

Las señoras que van a buscar a Osho y se la pasan llamando desaforadamente a una amiga o compañera.

El agarra todo y no compra nada, pasa todas las hojas pero no lee nada, esperando... no sé. ¡Que aparezca un reviposter de Luciana Salazar!

El flaco que ingresa a la feria para ver si hay comida o regalan algo ¡como si fueran las ferias de las colectividades!

Quien es el musicalizador de la feria ¿? Sonaron los Beatles, música jazz, Jethro Tull y hasta Callejeros, pero qué pasa con los amantes del folclore o el tango, acaso ¿quedan afuera?

Algunas señoras defenestrando a Bucay por plagiar medio libro a otro escritor como si ellas nunca se hubiesen inclinado en alguna prueba escolar, ¿acaso son partes de una Organización Pro Madre Teresa de Calcuta?

Varios pibes que correteaban utilizando la feria como laberinto para escondidas.

Aquellos profetas de las obviedades que tildan de extraordinario libros que son best seller y de escritores reconocidos, halagos que horrorizan su imagen como decir que el señor Einstein tenía ocurrencias muy ingeniosas.

Tiene poca plata y quiere comprar todo. Si adquiere uno se arrepiente por otro y a veces no compra nada citando aquella ingenuidad de “todo o nada”.

Los que utilizan la feria como pasatiempo y mientras se les hace el turno para el dentista pasean un rato.

Los que “custodian” los libros de astronomía y se la pasan hablando al cohete.

Los que buscan olvidar alguna pena, como si estaría el libro que las borre   Aquellos que deambulan como fantasmas esperando lo imprevisto... Mirá si nunca llega.

Ellos buscan el Código Da Vinci, Los Secretos de la Biblia, si hay vida después de la Muerte y cuando mueran qué van a buscar... ¡Diviértanse que de tanta sonrisa la muerte se va a inhibir!