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sábado,
22 de
octubre de
2005 |
Tránsito
caótico
La nota de la redacción (N. de la R.) a la carta "Salvaje manera de conducir" del 15/10/05 expresa acertadamente que "la educación vial de los rosarinos deja mucho que desear..." y que "las normas de tránsito hay que respetarlas...". Debemos reconocer que los conductores no son los únicos que las violan, también los peatones. La ordenanza municipal 7.181/2001, conocida como Código del Peatón, establece reglas de circulación tanto para peatones como para conductores. Entre otras obligaciones de los peatones se puede mencionar la de cruzar la calzada en aquellos lugares señalizados, hacerlo en forma perpendicular a su eje, evitando el cruce en forma diagonal o por la intersección de las calzadas y caminando lo más rápidamente posible, sin demorarse ni detenerse en la calzada sin necesidad, siempre mirando a ambos lados, asegurándose de que no existe peligro o riesgo. Está prohibido esperar a los colectivos en la calzada. ¿Quiénes cumplen y quiénes hacen cumplir estas reglas a los peatones? No basta con programas de educación vial (como los previstos en esta ordenanza), porque el caos en el tránsito urbano está alimentado por la misma fuente de la cual manan muchos de los males que hoy aquejan a la sociedad argentina: la falta de respeto a las leyes. Es preciso drenarla, y para ello debemos comenzar derribando la muralla que la protege: la impunidad.
Carlos Alberto Parachú
LE 6.012.558
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