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sábado,
15 de
octubre de
2005 |
La búsqueda de la expresión
a través de talleres
El Centro Educativo Latinoamericano creó los "Centros de interés" para alumnos y público general
Fabiana Monti / La Capital
La currícula ofrece pocas horas donde los chicos tienen la posibilidad de expresarse, sobre todo artísticamente. Basado en este argumento, el Centro Educativo Latinoamericano creó hace quince años "Centros de interés". Allí confluyen once talleres que van desde la robótica hasta la música, donde se les brinda a los alumnos de la institución y también a la comunidad en general, esta posibilidad de encontrar un camino propio de expresión.
No son de carácter obligatorio y comienzan en abril para finalizar en noviembre con una muestra anual y representaciones. Pueden participar chicos que cursan desde el 1º a 7º años de la EGB. La oferta incluye ajedrez, regalos, robótica, pintura, expresión corporal, cerámica, cerámica escultórica, talleres musicales (coro, flauta y guitarra) y teatro negro.
Y precisamente el teatro negro, junto con el de ajedrez y robótica, son los que han captado el mayor interés de los participantes, que concurren fuera del horario escolar.
"Brindar estos espacios a los chicos permitió, entre otras cosas, que quienes eran inhibidos puedan desarrollar sus capacidades de expresión en tanto que, quienes no tenían esas dificultades consigan profundizar aún más esos recursos", apuntó Laura Tocco, coordinadora de los Centros de Interés.
Si bien en los distintos talleres y dada la demanda que muestran se forman varios grupos de chicos, el teatro negro pareciera tener una marca distintiva, ya que no es una práctica muy común en la ciudad. Tan es así que fue declarado de interés municipal. El por qué de este atractivo lo explican los propios integrantes -alumnos de 4º a 6º- quienes coinciden en señalar la magia especial que tiene esta técnica.
Según las palabras de María Sol, Micaela y Victoria, hay mucha imaginación; a lo cual concluyen sus compañeros: "Como estamos vestidos todos de negro, parece que los objetos vuelan".
Este año el leit motiv de la obra son las viejas canciones infantiles. Una puesta en escena que presentarán a fin de año en la escuela. Para ello, los mismos protagonistas han construido, en colores fluorescentes, los personajes.
"Es muy importante el trabajo de coordinación, por ejemplo, no hay que mover las manos porque se notan", acotó Belén. Y este aspecto del trabajo en equipo y la coordinación de movimientos es uno de los mayores desafíos que se le imponen a las docentes Elizabeth Narcisi y Viviana Andrada, cuando se plantean este trabajo.
Hay chicos que ya participan del teatro negro desde años anteriores e inclusive, a algunos como Belén, les ha despertado su vocación por la actuación.
También hay quienes, como Jonathan, que lo que más le fascina es pintar y dibujar para lograr luego la escenografía. Lo artístico le da a cada uno de los participantes las posibilidades de encontrar su lugar.
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El teatro negro es uno de los espacios que más convocan a los chicos.
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