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martes,
11 de
octubre de
2005 |
El árbitro Eduardo Alagastino dejó de dirigir por haber llegado al límite de edad
Se retiró el mejor. Guardó el silbato el santiagueño que hizo escuela en el arbitraje del básquetbol. Eduardo Alagastino dijo basta y el miércoles tuvo su despedida en Salta, en la inauguración de la edición 2005/06 de la Liga Nacional, cuando jugaron Ben Hur de Rafaela y Atenas de Córdoba.
Alagastino tiene un estado físico envidiabe que le hubiese permitido seguir dirigiendo, pero se lo impide una cuestión de reglamentos. Es que ya cumplió 56 años, el tope impuesto por las normas para su actividad. Así, la historia que comenzó en la década del 70 creció de manera sostenida hasta el miércoles pasado, día en el que el básquetbol nacional comenzó a extrañar las reconocidas condiciones de este árbitro. Y él al básquetbol.
"La cúpula de la Asociación de Clubes (AdC) cree que la edad marca un tope. Les dije que si bien respeto las decisiones, a mi criterio están equivocados", reflexiona Alagastino ante Ovacionsx. Y añade: "El norte de la disciplina es la NBA, donde hay árbitros de más de 60 años. Tienen un concepto acabado del espíritu de las reglas y tienen un estado físico impresionante y yo los comprendo porque miran con una óptica distinta". -¿Por qué a usted se lo califica como el árbitro de los visitantes?
-Es un calificativo que me enorgullece. En los comienzos de la Liga era prácticamente imposible ganar de visitante. No se podía hasta que yo dije: "Esto no puede ser". Que se vaya al carajo la presión. No pueden venir equipos desde dos mil kilómetros dispuestos a perder. Esa era una mentira. Pero claro, todo tiene su precio: salir a las 6 de la mañana con la cancha vacía y hasta custodiado por los bomberos. Ojo, nunca le regalé nada al visitante. Yo soy árbitro de básquet y que gane el mejor. Sé que la mayoría de los dirigentes de los clubes, cuando jugaban de visitantes, querían que yo los dirigiera. Creo que será por mi honestidad y que no arrugo en ningún lado. Y eso a los visitantes les daba más tranquilidad.
-¿Se retira considerando que es el número uno?
-No, no, no. Juan Manuel Fangio dio un ejemplo en ese sentido: salió cinco veces campeón del mundo y nunca dijo que era el número uno. Yo no lo soy, a pesar de que muchas veces me consideraron así. Soy un tipo que amé al arbitraje, di todo y de una u otra manera he contribuido para que esto siga. Me voy con el aliciente de sentirme reconocido y respetado, pero sobre todo con la satisfacción enorme de retirarme en plenitud. Además, no soy egoísta y considero que hay que darle paso a los nuevos jueces. Dejar es mi decisión, pese a que la Confederación Argentina de Básquetbol no tiene un límite de edad y la AdC supuestamente tiene uno, pero no lo sé. En realidad me voy porque es difícil revertir el paradigma de que no sirvo por la edad, porque supuestamente estoy viejo.
-¿Tiene algún recuerdo especial de todos estos años?
-Por suerte muchos más de los buenos que de los otros. Dirigí muchos torneos en el exterior. No me olvido de lo que me pasó en una oportunidad en Rosario. El partido era Provincial-Atenas, y el que en aquel entonces debía ser mi compañero (Jorge Morillo) tuvo un inconveniente en su automóvil y llegó cuando el partido estaba terminado. Los dirigentes de los dos clubes me pidieron que dirigiera solo y por suerte todo me salió muy bien. Eso hizo que al día siguiente el diario La Capital me hiciera una nota que todavía la guardo y la recuerdo permanentemente. En cuanto a lo malo, no me olvido del incidente en Gimnasia y Esgrima de Comodoro Rivadavia, donde fue agredido un espectador con un piedrazo que le produjo la muerte.
-¿Cuantos partidos dirigió?
-Fueron tantos que no los recuerdo a todos. Pero si saco la cuenta, viajé casi un millón trescientos mil kilómetros.
-¿Y ahora qué hará?
-Seguiré trabajando como desde hace muchos años en los tribunales de Justicia de Santiago del Estero, y además creo que la AdC me va a utilizar para algo. Voy a seguir metido en algo que me gusta mucho como es el básquetbol.
-¿Cuál es su principal deseo al retirarse de la actividad?
-Que cuando haya una charla de café y salga el tema arbitraje se hable de Alagastino. Si esto sucede, será porque algo dejé.
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