Año CXXXVIII Nº 48898
La Ciudad
Política
Economía
Opinión
El Mundo
Información Gral
La Región
Escenario
Policiales
Cartas de lectores



suplementos
Ovación


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 09/10
Mujer 09/10
Economía 09/10
Señales 09/10
Educación 08/10

contacto

servicios
Institucional


 martes, 11 de octubre de 2005  
Trasladan a ilegales a sus países africanos

Rabat/Madrid. - Tras el drama migratorio en Ceuta y Melilla, Marruecos comenzó ayer a deportar hacia Senegal y Mali a 900 inmigrantes en situación ilegal que intentaron ingresar a España saltando la valla que separa sus enclaves africanos del territorio marroquí. El primer avión rumbo a Senegal partió ayer de la ciudad de Oujda, en el este de Marruecos. El gobierno de Rabat obtuvo garantías de Mali y Senegal de que los repatriados serán readmitidos.

Mientras tanto, más de 1.200 inmigrantes de otros países africanos fueron trasladados de Marruecos en colectivos hacia el Sahara Occidental. Las autoridades marroquíes no detallaron el destino final de estas personas. Según denunciaron varias organizaciones humanitarias, los transportes se desarrollan "en condiciones inhumanas". Los refugiados se sientan en el colectivo con esposas en las manos y apenas reciben comida o agua, señalaron.

La radio española informó que tres convoyes de 30 colectivos en total se encontraban en marcha en Marruecos, transportando refugiados de Ghana, Camerún, Nigeria y otros países en dirección al Sahara Occidental.

Organizaciones internacionales manifestaron el temor de que los inmigrantes sean abandonados a su suerte en la frontera con Mauritania o Argelia, o incluso en el mismo desierto. La línea fronteriza del Sahara Occidental está parcialmente minada. Marruecos, que anexionó gran parte del territorio tras la salida de los colonizadores españoles hace 30 años, llevó adelante una guerra con el separatista Frente Polisario hasta la tregua de 1992.

El portavoz gubernamental marroquí Nadil ben Abdallah descalificó las versiones sobre el abandono de refugiados en medio del desierto como "rumores" que no han sido demostrados. Pero tampoco el portavoz especificó el destino de los inmigrantes deportados.

Una parte de ellos había sido abandonada en la frontera con Argelia, al borde del Sahara. Después de las protestas internacionales, Marruecos los reagrupó en la ciudad de Bourfa, desde donde fueron trasladados en colectivos.

"Esto es un genocidio", dijo la adjunta al Defensor del Pueblo español, María Luisa Cava de Llano. Por su parte, el ministro español de Exteriores, Miguel Moratinos, llegó ayer a Rabat, donde abogará por un trato humanitario hacia los inmigrantes. Madrid ha suspendido la expulsión de refugiados a Marruecos, hasta que se aclare lo que sucede con ellos en los países norafricanos.
enviar nota por e-mail
contacto
Búsqueda avanzada Archivo

  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados