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martes,
11 de
octubre de
2005 |
Masiva vuelta de rosarinos tras las minivacaciones
Saturaron rutas y la Terminal. Se calcula que en el país se movilizaron 1 millón de turistas y 250 millones de pesos
La Terminal de Omnibus y los accesos a la ciudad, sobre todo el de la ruta 9 oeste (proveniente de Córdoba) y el puente Rosario-Victoria volvieron a ser un pandemónium. Y no es para menos. El fin de semana largo, extendido por el Día de la Virgen, se convirtió para los rosarinos en unas minivacaciones que miles aprovecharon para dejar la ciudad y cedérsela a los visitantes.
Los contingentes fueron llegando durante el día, muchos de ellos porque no habían conseguido lugar para la noche en los ya reforzados servicios, aunque al caer la tarde el retorno se hizo masivo.
El puente a Victoria sufrió el incremento de automóviles provenientes de Entre Ríos. Para esto, desde las 18 habilitaron todas las vías y tres grúas por si se producía algún accidente. Al cierre de esta edición, los coches seguían volviendo y no había aún una estimación final. Pero como antecedente, anteayer habían partido hacia Victoria 4.235 vehículos, mientras que 4.063 hicieron el recorrido hacia Rosario. Una suma que duplica la circulación normal.
También los peajes de General Lagos (autopista Rosario-Buenos Aires) y de Correa (ruta 9 oeste) acusaron recibo de la gran cantidad de automóviles y colectivos que viajaron hacia zonas turísticas.
La Terminal fue un hervidero durante todo el día, pero sobre todo desde la tarde, cuando volvieron los contingentes. La Capital estuvo allí, donde en general los consultados aseguraron que no tuvieron problemas porque habían sacado el pasaje con anticipación. Una queja, sí, se escuchó de los pasajeros de Monticas que venían de Arequito: el cumpleaños de Soledad saturó las plazas hacia ese destino, y el servicio hizo un cuello de botella y obligó a poner seis refuerzos que sin embargo no acallaron las protestas.
Así pasó el último fin de semana largo del año, que en todo el país movilizó a aproximadamente un millón de personas, según estimaciones preliminares de la Secretaría de Turismo de la Nación. En dinero, semejante éxodo hacia los puntos turísticos significó la circulación de 250 millones de pesos. A nivel nacional, se calcula que hubo un incremento del 7 por ciento respecto del mismo fin de semana del año anterior.
Un fin de semana en el que el turismo receptivo también estuvo de parabienes. Como se preveía, las plazas hoteleras se vieron colmadas y los días ayudaron a disfrutar la ciudad a pleno río. El Ente Turístico Rosario tuvo consultas permanentes todos los días, y estuvo saturado el sábado, aunque ayer no se habían procesado esos datos y el responsable del organismo, Juan Nyffeneger, no arriesgó cantidad de visitantes. Sí aseguró que se debió derivar turistas a casas particulares y a otras localidades, y que Rosario ya se consolida como plaza turística de fin de semana largo.
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Todo el día, sobre todo al caer la tarde, la Terminal fue un hervidero.
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