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 lunes, 03 de octubre de 2005  
La contundencia xeneize fue más que el ímpetu con que jugaron los cerveceros
Boca sigue arriba
Con dobletes de Martín Palermo y Rodrigo Palacio goleó 4-0 a Quilmes en el Centenario y se afirmó en la punta del torneo

Con un incuestionable 4 a 0, Boca terminó fácil un partido que se le había planteado sumamente complicado en su inicio, en el que Quilmes intentó aplastarlo pero de a poco sucumbió ante el poder de definición que tiene el equipo de Alfio Basile, que aparece firme en el liderazgo del Apertura.

Martín Palermo y Rodrigo Palacio reactualizaron sus condiciones de artilleros, mientras que Daniel Bilos, con un trabajo de gran nivel, volvió a erigirse en pieza clave de un conjunto que va solidificando su estructura sobre la base de los muy buenos jugadores con que cuenta.

Boca sacó dos goles de ventaja al cabo de un primer tiempo mucho más complicado de lo que el marcador parecía indicar. Quilmes lo asfixió en los primeros diez minutos, porque mordió en todos los sectores y lo empujó hacia Abbondanzieri.

Sobre los 6' hubo un centro de Diego Torres, el más peligroso en ese arranque, surgió una duda de Schiavi y el uruguayo Risso giró y remató apenas por encima del travesaño, en la acción más clara del local.

La segunda vez que Boca llegó a los últimos metros del terreno adversario, Morel Rodríguez sacó un lateral que Bilos peinó anticipándose a Pena, y Paredes recurrió a un manotazo instintivo cuando por detrás ingresaba Palermo.

Al claro penal lo transformó en gol Palermo con un zurdazo violento y así Boca pasó a ganar un partido en el que literalmente se lo estaban llevando por delante.

El gol desacomodó a Quilmes, que perdió precisión, pero a Boca siguió faltándole fluidez y prolijidad en el traslado. La diferencia la marcaba el hecho de que las pocas veces en que el equipo de Basile lograba aproximarse al área local insinuaba algún riesgo, como ocurrió a los 19' con un cabezazo de Palermo por centro de Palacio que obligó a una gran intervención del arquero Ramírez.

En el último cuarto de hora, Quilmes volvió a presionar. Los encuentros entre Caneo y Torres por derecha seguían como un problema difícil para Morel, pero el equipo de Aimar no encontraba el final adecuado para sus avances.

A dos minutos del final, un centro de Bilos desde la izquierda fue rechazado por Pena en forma defectuosa, Palermo conectó de chilena y la pelota se desvió en Paredes descolocando a Ramírez. Así fue como Boca logró irse al descanso con una diferencia a favor demasiado amplia.

En el segundo período, el puntero del campeonato, mucho más sereno, comenzó haciendo control de pelota para desgastar al rival. Y a los 53' Bilos desbordó por la izquierda con su estilo incontenible, sacó el centro pasado y por el sector opuesto apareció Palacio para estirar la ventaja con un cabezazo inapelable.

Si algún resto le quedaba a Quilmes el tercer gol lo desmoronó definitivamente. Ya no tuvo vigor para inquietar a Abbondanzieri y su impotencia quedó patentizada con la expulsión de Paredes, quien recibió su segunda amonestación a los 70' por una infracción contra Palacio.

Boca manejó lo que quedaba sin sobresaltos, adornó el resultado con una estupenda intervención de Palacio a los 87' y su público, que colmó el sector visitante, le cantó bajo la lluvia a una ilusión que crece. (DyN)
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La chilena de Palermo se desvió en Paredes y terminó en gol.

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