River caminó a Independiente

En tiempos de vacas flacas, River recurrió al peso de la historia para recobrar el color en su cara. Así, con autoridad y una actuación brillante del juvenil colombiano Radamel Falcao García, autor de dos goles, estiró su paternidad sobre Independiente con un 3-1 festejado ruidosamente en el Monumental.

River consiguió un triunfo, el noveno consecutivo sobre Independiente en Núñez, que le permitirá volver a creer en sus fuerzas después de las frustraciones en continuado sufridas en las últimas semanas.

Independiente, en cambio, recibió un duro golpe en un clásico en el que padeció claramente la ausencia de su pichón de crack Sergio Agüero, quien pagó su fecha de suspensión.

Reinaldo Mostaza Merlo sorprendió al meter varios cambios impensados, como los ingresos de Gabriel Loeschbor y Falcao García, y al modificar el esquema táctico dejando atrás el 4-3-1-2 de las últimas fechas por un 3-4-1-2.

La apuesta del técnico de River pareció hacer agua de entrada nomás. Apenas habían transcurrido 4 minutos cuando Independiente se puso en ventaja. Eduardo Domínguez mandó un pelotazo largo, en apariencia inofensivo, y Eduardo Bustos Montoya le ganó con limpieza en el salto a Leandro Fernández para meter el cabezazo goleador.

Lejos de quedar aturdido por el gol de su rival, River puso la mira en el arco adversario y comenzó a complicar a Independiente con el empuje de todos y los movimientos inquietantes de Falcao García.

La visita cedió el terreno y empezó a sufrir el ataque sostenido del local. Y el merecido empate llegó a los 23 minutos cuando Víctor Zapata mandó un centro y Daniel Montenegro la cruzó contra el palo derecho con un frentazo certero.

Cuando se estaba por bajar el telón del primer tiempo, Independiente quedó mal parado y River pergeñó un contragolpe letal. Rubens Sambueza se escapó con pelota dominada y se la cedió a Falcao García, quien definió con calidad por encima de Leyenda.

River lo liquidó al minuto del segundo período después de una gran maniobra personal de Falcao García, quien definió con un tiro bajo.

Más allá de algunos cambios que realizó Falcioni, Independiente siguió sin encontrar un fútbol asociado y se fue perdiendo en el anonimato. Mientras que River pudo haber aumentado, pero falló en la punta final. A sus hinchas eso poco le importó porque el millonario logró una victoria que se vivió como lo que fue: un profundo desahogo.

Montenegro marcó el empate transitorio.