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 domingo, 25 de septiembre de 2005  
El viaje del lector: un día de aventura en La falda

La Falda, más que una ciudad, parece un pueblo grande, dividida y atravesada por la ruta provincial Nº38, nos permite distinguir desde su llegada dos atracciones muy diferentes y típicas de toda Córdoba. Hacia la derecha de la ruta, encontramos el centro comercial ubicado en la falda del cerro, con la calle principal que cuesta arriba, desemboca en el antiguo Hotel Edén y el cerro La Banderita. Hacia la izquierda, podemos ver cómo se aglomeran diferentes cadenas hoteleras. Siguiendo los diferentes senderos podemos perdernos en sus paradisíacos cerros hasta llegar al complejo "Las 7 Cascadas".

Aquella primera mañana de vacaciones, en pleno enero, con algo de neblina matutina, nos levantamos muy temprano para iniciar guiados por un experto de montaña, el ascenso al cerro hasta llegar a La Banderita. Recorrimos a pie la veintena de cuadras comerciales, en su mayoría con los negocios aún cerrados, aspirando el suave aire serrano, hasta llegar al imponente e histórico Hotel Edén, donde se alojaron importantes e ilustres personajes de la historia mundial. El hotel hoy funciona sólo como museo y exhibe orgulloso sus más de cien años de historia.

Cuesta arriba, a tan solo unas cuadras, encontramos la fuente de Los Patos. Antigua parada de mensajeros y viajantes en la época de la colonia. Algo más arriba y ya casi entrando en el cerro, para iniciar el verdadero ascenso encontramos la famosa vertiente de agua de montaña, a la que todos llegan a refrescarse. Durante el ascenso, totalmente a pie, pudimos no sólo admirar la flora, que se mezcla y convive entre árboles, enredaderas, plantas y las cada vez menos hierbas medicinales, sino también deleitarnos con los sonidos que la naturaleza puede brindarnos si sabemos respetarla.

El guía fue mostrando cómo, a nuestro paso, mientras hacíamos silencio, se abrían las puertas a toda una orquesta de pájaros y animales que junto con el viento ofrecían el recital más indescriptible y nunca antes escuchado. Llegar a la cima nos llevó algo más de hora y media.

Sentir la brisa del viento y ver todo tan pequeño desde allá arriba, nos hizo comprender la sensación impagable que un alpinista puede sentir. Un espectáculo maravilloso de nuestra propia tierra al que hasta entonces no le habíamos prestado atención. El guía nos mostró lo peligroso que suele ser dejar botellas plásticas tiradas, que por el efecto de una lupa, con un poco de sol y algo de yuyo seco, producen graves incendios.

De regreso nos llevó por otro camino de pendiente que nos introdujo rápidamente en un paraje con una vertiente cubierta de árboles y llena de rocas, que daban al lugar un aspecto mágico. Era impensado desde abajo que el cerro pudiera esconder tantas sorpresas y maravillas.

Por la tarde y luego de una espléndida comida serrana, emprendimos como baquianos el camino hacia el otro lado, para llegar al complejo "Las 7 Cascadas". En este caso, luego de pasar frente a algunos hoteles con pileta, y siguiendo una callecita, fuimos a dar frente al Retiro Betania, una casa ubicada casi en medio de la montaña. A su derecha construyeron una pequeña y sencilla gruta con la imagen de la virgen rodeada por pinos y árboles en la que el viajero puede detenerse para descansar y meditar.

Por el mismo camino pudimos llegar sin dificultad y en pocos minutos hasta el enorme dique del complejo, que se extiende majestuoso en un pequeño valle entre los cerros. El complejo, que cuenta con todas las comodidades turísticas (camping, pileta, buffet) fue construido y es mantenido por la empresa proveedora de agua potable y recorre un pequeño riacho que hace las delicias de grandes y chicos, ya sea en el agua, como entre las rocas.

Pero sin dudas, la mayor atracción del lugar, son las siete cascadas artificiales que le dan su nombre y que nada tienen que envidiar a otras más pequeñas de las Cataratas del Iguazú.

Un solo día en La Falda, nos dejó una acuarela de energía, aventura e historia, sin gastar demasiado, porque el guía de montaña lo proporciona la Secretaría de Turismo y la entrada al complejo es muy económica.

Jorge Muñoz (ganador de esta semana)
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Subir a los cerros y descubrir cascads despiertan energías.


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