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Narrativa. "Mentirillas. El lado oscuro de la pelvis", de Leo Maslíah. Ediciones de la Flor, Buenos Aires, 2005, 176 páginas, $18.

Leo Maslíah pareciera no poder permanecer en un solo lugar. Y esto no sólo por su doble desempeño de músico y escritor. Es que esa es la sensación que transmiten estas dos mininovelas de reciente publicación. Al recorrerlas, es como que las hubiese escrito de acá para allá, desde adentro y desde afuera del rol del escritor. Sin dudas, una nueva broma del repertorio del autor.

En "Mentirillas" y "El lado oscuro de la pelvis" la sorna se filtra sin mediaciones. En el primero, el personaje central padece todo tipo de tribulaciones físicas y espirituales rodeado de otros que nunca son lo que parecen. La excusa para iniciar el relato da cuenta de la desaparición de manecillas en los relojes. El autor se permite cierto ritmo de novela negra, pero siempre advirtiendo al lector sobre los alcances de la literatura, y sobre su propia escritura.

En "El lado oscuro de la pelvis", un asesino se reencuentra con sus víctimas a quienes creía muertas. Es como que las persecuciones son eternas y esta vez no sólo lo policial aparece como detalle, sino que lo erótico se torna casi un chiste constante con cierta clave de humor negro.

Presentados como novelas, ambos textos huelen más a cuento que a otra cosa, pero a lo mejor esa es otra de las dicotomías de Maslíah.