Año CXXXVIII Nº 48882
La Ciudad
Política
Información Gral
Opinión
El Mundo
La Región
Policiales
Cartas de lectores


suplementos
Ovación
Escenario
Economía
Señales
Turismo
Mujer


suplementos
ediciones anteriores
Salud 21/09
Turismo 18/09
Mujer 18/09
Economía 18/09
Señales 18/09
Estilo 17/09

contacto

servicios
Institucional

 domingo, 25 de septiembre de 2005  
Reflexiones
El autógrafo para Tony y el medio pelo santafesino

Carlos Duclós / La Capital

Konrad Adenauer solía decir que todos los órganos se cansan alguna vez, salvo la lengua. Tenía razón y esta parecer ser la causa de la problemática argentina: que la lengua jamás esté abatida y que la acción fraterna en favor del bien común esté siempre sometida por mezquinos intereses. Uno de los males del país podría decirse, pues, que es la mala lengua o la lengua ligera, entendiéndose por lengua no sólo el órgano que permite la articulación de la palabra hablada sino todo el contexto fisiológico y cognitivo que posibilita al ser humano expresarse de una u otra forma. La lengua ligera argentina más peligrosa, sin ninguna duda, es la que portan ciertos líderes o dirigentes, porque es esta no una lengua emotiva y espontánea, sino racional, reflexionada, con frecuencia mentirosa, con harta frecuencia una lengua premeditada y perversa. Lengua de doble filo tiene como objetivo matar al contricante si este representa un peligro para los intereses del lenguaraz quien, casi siempre, sabe disimular muy bien que sus intereses no son los del pueblo. Y tan bien disimula que muchas veces suele persuadir a la masa de que sus fines son nobles. En fin, que la lengua no se utiliza aquí sino como espada, aunque el condenado sea una persona valiosa a la que es necesario preservar para bien de la Nación aunque sea de otro partido, o de otra corriente ideológica. "Estamos como estamos porque somos lo que somos", se escuchó decir a un vecino rosarino en la mesa de un café haciendo alarde de esa sabiduría tan particular que conceden los años, la calle y las circunstancias. ¿Hay algo menos cierto que eso?


Un acompañante calificado
Y mientras la mezquindad y el grotesco santafesino se ocupan en vuelo bajo de disparar cuanto dardo envenenado esté a mano para matar la buena imagen de uno de los dirigentes políticos más encumbrados del país, el presidente de la Nación, Néstor Kirchner, lo elige como acompañante calificado en cada viaje que realiza al exterior. Y los dirigentes, funcionarios y empresarios del mundo no pierden oportunidad de demostrarle el afecto y el reconocimiento en forma pública. Como ya se expresó en esta misma columna, George Bush hasta "puenteó" al primer mandatario argentino en la reciente reunión de las Naciones Unidas en Nueva York y yendo directamente hacia él lo abrazó y le anunció que estaría presente en la Cumbre de las Américas en el mes de noviembre. Esto no puso celoso a Kirchner, quien durante la gira no se cansó de hacerlo participar en diversas reuniones de alto nivel, excluyendo a otros pesos pesados de su comitiva. Tampoco el presidente ahorró palabras a la hora de nombrarlo y elogiarlo públicamente. Desde luego, que adivinará el lector, a esta altura de la columna, que hablamos de Carlos Alberto Reutemann, un hombre elegido por Kirchner, también, como acompañante en su anterior viaje a Alemania. Por algo será y no solamente porque el senador nacional habla cinco idiomas: alemán, inglés, italiano y portugués. Lo cierto es que Reutemann es seguido por la lupa de algunos serios analistas políticos en los últimos tiempos. ¿Por qué?


Un autógrafo de antología
Si es tal y como lo afirman algunos que han quedado pasmados luego de ver la escena, bien podría afirmarse que el senador nacional es, después del presidente, (aunque recuérdese que el orden de los factores no altera el producto) la gran figura política argentina ante el mundo. Recientemente en Nueva York, dicen, el primer ministro de Inglaterra, Tony Blair, se acercó al ex gobernador y ex corredor de fórmula uno y le confesó que era un gran admirador suyo; y no sólo eso, sino que como un tuerca de pura cepa, aunque altamente calificado claro, le pidió un autógrafo. Tal vez el laborista británico no haya podido olvidar aquella recordada carrera del año 1974, en el circuito sudafricano de Kyalami, cuando el Lole logró su primer triunfo en la fórmula uno, llevó a la victoria a la escudería británica Brabham e hizo estallar de alegría los corazones argentinos. Pero de lo que no caben dudas, a esta altura de los acontecimientos, es que Blair y los líderes políticos y no políticos del mundo reconocen en el santafesino más que a un ídolo del automovilismo mundial a un dirigente confiable que manejó con solvencia a una provincia cuando el país estaba en llamas. En este último aspecto, no es posible ni justo, a la hora del análisis, olvidar la historia argentina de los últimos años.


Cambios en el gabinete nacional
Luego de las elecciones, y como se sabe, habrá cambios en el gabinete nacional. Serán de la partida para ingresar al Congreso de la Nación la hermana del presidente, Alicia; el ministro de Defensa, Pampuro, y Rafael Bielsa. Se habla hasta del alejamiento del ministro de Economía Lavagna. Quienes han sido testigos del prestigio que Reutemann tiene en el mundo y han observado el manifiesto reconocimiento presidencial hacia su persona, comenzaron a deducir y a formularse preguntas: ¿Y si Reutemann fuera ministro? Y a esta primera pregunta siguió otra: ¿y si ocupara el principal despacho del palacio de calle Arenales al 700 en Buenos Aires? Es decir: ¿y si fuera el próximo canciller? Nadie sabe cuál es la idea del presidente en cuanto a designaciones, como tampoco nadie sabe qué cosa respondería el senador nacional ante semejante propuesta, pero lo cierto, y más allá de las especulaciones, es que si hay alguien que podría ocupar el sillón del Palacio San Martín u otro sillón es el ex gobernador santafesino. Y no faltan, incluso, quienes comiencen a decir que Reutemann hace rato que está para tener la pole position en la fórmula uno de la política argentina.

Sin embargo, todas estas cuestiones no dejan de ser en el fondo consideraciones superfluas. Lo trascendente es comprender cómo de pronto, y por una cuestión política de entrecasa mezquina y egoísta, a un dirigente que le abren las puertas en el mundo (y en consecuencia al país) mediante manifestaciones contrarias a lo que se sabe, incluso a lo que se cree, se trata de degradar. El vil método de algunos que consiste en desprestigiar a Reutemann para llegar al poder es más nefasto para el ser humano común santafesino -que termina perdiendo toda chance de ser conducido por un hombre con posibilidades de allegar cosas para la sociedad- que para el propio senador. Pero esto no importa a los absurdos intereses políticos, al medio pelo que campea en el país y en Santa Fe -en uno y otro partido- y que es el responsable del "estar como estamos". Más allá del Reutemann senador, posible ministro, o gobernador, o presidente o incluso retirado de la actividad política y entre la soja, no caben dudas de que es hoy un político respetado en todas partes y sería una pena que no se aprovechara esa virtud en beneficio del país y desde luego de Santa Fe.
enviar nota por e-mail
contacto
Búsqueda avanzada Archivo


  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados