La economía de Brasil no se contagia de la crisis

La Bolsa y los bonos del Estado suben pese a la debacle que aqueja al oficialismo

Alan Clendenning

San Pablo. - La popularidad del presidente Lula da Silva cae, mientras los políticos renuncian uno tras otro en el monumental escándalo de corrupción que ha paralizado al gobierno. Pero a los inversionistas no les importa: siguen colocando millones de dólares en la economía más grande de Sudamérica, llevando las acciones a alzas récord.

En una semana en que renunció el presidente de la Cámara de Diputados bajo acusaciones de cobrar sobornos de un empresario que administra el restaurante del Congreso, el índice de la Bolsa de San Pablo repuntó superando los 30.000 puntos por primera vez en la historia y con previsiones que puede alcanzar los 35.000 puntos el próximo año.

También por primera vez en la historia, Brasil colocó bonos denominados en su propia moneda, el real, en vez de dólares. Con el estímulo que la economía seguirá adelante, a pesar del desorden del sistema político, la demanda de inversionistas extranjeros por la emisión de deuda brasileña por 1.500 millones de dólares fue mucho mayor a lo esperado.

"Es casi como si Brasil no necesitara un presidente para que su economía siga adelante", bromeó Rinaldo Pierrotti, un contador retirado de 74 años, quien ha visto cómo sus acciones ganaron 10% en el último mes. Los inversionistas, desde los pequeños como Pierrotti hasta los grandes fondos internacionales, apuestan a que Brasil puede aguantar literalmente cualquier terremoto político.

A pesar de la agitación, la demanda mundial por los productos brasileños de exportación, como la soja y el acero, permanece en alza, debido principalmente a la demanda de China. Y Lula se ha mantenido apegado a las políticas económicas liberales, a pesar de un derrumbe de su popularidad que podría amenazar su reelección el año próximo.

"En otros tiempos, con la renuncia del líder del Congreso y revelaciones de esta naturaleza, habríamos visto una crisis" de los mercados, aseguró Enrique Alvarez, jefe de investigaciones latinoamericanas en la firma IDEAGlobal, con sede en Nueva York. "Pero la gente está consiguiendo tasas de retorno en Brasil que no consigue en ningún otro lado".


Las tasas más altas del mundo
La tasa de interés referencial se mantiene en un elevado 19,5%, el nivel más alto del mundo, y eso se traduce en gran cantidad de dinero que llega desde afuera porque los inversionistas no consiguen mejores retornos de los bonos corporativos o estatales, virtualmente en ningún otro lugar del mundo.

La alta tasa de interés también ha conseguido reducir la inflación a un manejable 6% mientras Lula lleva la economía hacia un crecimiento lento pero sostenido.

Los mercados inicialmente se asustaron en junio cuando surgieron las denuncias sobre que el Partido de los Trabajadores (PT), de Lula, pagó sobornos para asegurarse votos en el Congreso. El índice de la Bolsa cayó entonces por debajo de los 25.000 puntos. Pero las acciones repuntaron después, aún cuando el escándalo provocó la renuncia del jefe de gabinete de Lula, el presidente del PT y de tres diputados. El real ha ganado terreno frente al dólar, cerrando en su mejor nivel en 39 meses.

Los expertos dudan que la economía de Brasil sufra en un poco probable juicio político al presidente, ni se preocupan por la posibilidad que pierda la reelección. La razón es clara: cualquiera de sus sucesores podría ser tanto o más liberal que Lula en materia económica. "En el pasado siempre hubo gobiernos de centro y los mercados temían que cualquier desplazamiento favorecería a la izquierda: es decir, a Lula y compañía", explicó el analista Enrique Alvarez. "Pero ahora no puede ir más a la izquierda de donde está. No existe tal posibilidad". (AP)