Año CXXXVIII Nº 48882
La Ciudad
Política
Información Gral
Opinión
El Mundo
La Región
Policiales
Cartas de lectores



suplementos
Ovación
Escenario
Economía
Señales
Turismo
Mujer


suplementos
ediciones anteriores
Salud 21/09
Turismo 18/09
Mujer 18/09
Economía 18/09
Señales 18/09
Estilo 17/09

contacto
servicios
Institucional

 domingo, 25 de septiembre de 2005  
Bonsai: naturaleza en miniatura

A los que se dedican al bonsai se los puede considerar artistas porque se trata de una obra de arte en continua evolución, que conserva el carácter y el espíritu del árbol, sin olvidar su esencia.

Bonsai es una palabra de origen chino bon significa bandeja o recipiente, y sai planta o plantación, o sea un árbol o arbusto podado de tal manera que se asemeja a uno de tamaño natural, cultivado en un recipiente chato.

En esta tarea es importante tener en cuenta el estudio minucioso de los árboles para obtener resultados naturales porque la meta es recrear la naturaleza. Los que se dedican a este trabajo podrán observar cómo cambia o madura "su obra" con las distintas estaciones y con el paso de los años (podría decirse que un bonsai es un 90 por ciento de jardinería y un 10 por ciento de arte).

Para los occidentales es un pasatiempo terapéutico por la combinación del pensamiento creativo y el contacto directo con la naturaleza.

Quien alguna vez se detenga a observar uno quedará atraído por un cierto misterio que encierra su apariencia. Aunque China es su cuna, Japón se presenta como su patria indiscutible porque fue este pueblo el que alcanzó un nivel cercano a la perfección en cuanto a las técnicas de cultivo.

Muchos creen que la educación de un bonsai es un sueño imposible porque se trata de ejemplares de muchos años. Asociándolo con el arte, de las disciplinas artísticas a la que más se acerca es a la pintura paisajista: el deseo de reproducir la naturaleza en miniatura. Si bien una obra de arte concluye en el tiempo que decide el artista, los que cultivamos bonsai sabemos que el cuidado es por varias generaciones.

Al realizar este trabajo nace una interrelación entre la planta y su dueño que con los años se convierte en un hermoso ejemplar de su especie, en tanto que el cultivador habrá modificado su visión de la vida. Ya no pensará en conquistar ni dominar la naturaleza, sino integrarse a ella. De esta forma habrá tomado conciencia de su pequeñez en el contexto del universo.

Julia Laborde
enviar nota por e-mail
contacto
Búsqueda avanzada Archivo


Ampliar FotoFotos
Ampliar Foto


  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados