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domingo,
25 de
septiembre de
2005 |
Nutrición: el rito del desayuno
Cuando se habla de nutrición y dietas, lo que más se escucha es que hay que cumplir con las cuatro comidas, y que una de las más importantes es el desayuno. En esta línea se ubica una investigación realizada por un equipo de especialistas del Centro de Investigaciones Médicas de Maryland que se basó en los datos proporcionados por el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre. Se analizaron la dieta y el peso de 2.400 adolescentes durante los diez años transcurridos desde que las participantes tenían 9 años de edad.
Los investigadores determinaron que las adolescentes que habían consumido diariamente un desayuno completo y rico en alimentos sanos, presentaron un índice de masa corporal más reducido que aquellas que no cumplieron con el rito de la primera comida del día.
Cereales y leche
Los responsables del estudio especificaron que en el caso de las que consumieron una taza de cereales todos los días durante el desayuno, el índice de masa corporal fue menor.
Uno de los sistemas de medición de la obesidad más preciso se vale de un cálculo para determinar el grado de exceso de peso, como también si padece obesidad. En cuanto a aquellas que no cumplieron diariamente con el rito del desayuno a lo largo de los diez años, presentaron un 13 por ciento más de riesgo de padecer obesidad.
Según el doctor Bruce Barton, presidente del Centro de Investigaciones Médicas de Maryland, el análisis es importante porque toma en cuenta un rango de edad en el que están muy pendientes de su peso, por eso el objetivo es transmitir la importancia del desayuno.
La investigación, cuyas conclusiones aparecieron en el Journal of the American Dietetic Association, apunta a destacar la relevancia del desayuno y a recomendar el consumo no sólo de cereales, sino también de otros alimentos sanos y ricos en vitamina C y calcio como jugo de naranja y leche.
Para conocer en detalle qué tipo de alimentos consumían las participantes, los investigadores diseñaron un cuestionario que se les realizó en distintas oportunidades a lo largo de los diez años. Dicha encuesta incluía preguntas sobre el tipo de comida ingerida, cantidad, momento del día, tipo y cantidad de actividad física, entre otras variables que fueron tenidas en cuenta a la hora de calcular las variaciones en el peso de las jóvenes.
Los especialistas concluyeron que a medida que la edad avanza, el hábito de tomar el desayuno va perdiéndose mientras que aumenta la tendencia a ingerir una mayor cantidad de alimentos durante el resto del día.
Según el doctor Barton, saltear el desayuno no es recomendable porque las personas que incorporan a sus hábitos la costumbre del desayuno, generalmente, pueden desarrollar una dieta más estructurada que les permite evitar ingerir entre comidas que es una de las claves para mantener el peso.
El doctor Julio Montero, médico nutricionista y miembro de la Sociedad Argentina de Obesidad y Trastornos Alimentarios, señaló que desde el punto de vista físico, el desayuno reviste importancia porque al ingerir la primera comida a la mañana y la última a la noche, el período alimentario se extiende más cantidad de horas evitando la ingesta desordenada y los largos períodos de ayuno.
En cuanto al alcance del estudio, el especialista destacó que en Estados Unidos en general las estadísticas asocian el menor peso al consumo del desayuno, pero siempre hay que señalar que una buena alimentación debe acompañarse de actividad física. Para mayor información consultar en www.eatright.org; o en www.saota.org.ar
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