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viernes,
23 de
septiembre de
2005 |
Una telaraña de
conmoción social
La desinstitucionalización de la sociedad actual debilita a los agentes que las conforman. En el caso de la institución escolar, y más precisamente el docente por vocación, se encuentra compelido a implementar una serie de estrategias para intentar restablecer la solidez que el Estado no resguarda. Desarrollar el proceso de enseñanza y aprendizaje en condiciones que no son del todo dignas, cobertura de salud deficiente, magros salarios, son algunos indicadores de la situación a la que se encuentran sometidos los docentes. Nuestros alumnos y sus familias, atrapados como nosotros en una telaraña de conmoción social, validan nuestro compromiso diario. Así las cosas, a pesar de la coyuntura imperante, de su condición endeble que nos alcanza y nos condiciona, seguimos apostando a ser trabajadores de la educación, privilegiado medio para la integración y cohesión social.
Liliana Tarabini, delegada gremial, Amsafé Rosario
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