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 sábado, 17 de septiembre de 2005  
Ambientación
Puesta en escena
El diseño y los detalles jerarquizan una reunión. Creatividad al servicio del buen gusto

Paulina Schmidt

Todo encuentro que contemple la imaginación y la creatividad para un cambio de imagen en los espacios, deja de ser efímero y trasciende en la memoria. Al momento de festejar un casamiento, cumpleaños o simplemente organizar una reunión con amigos o familiares, cualquier sitio puede vertirse para la ocasión sin perder calidez, elegancia y estilo propio. La Escuela de Protocolo de Rosario ofrece un taller de ambientación y decoración de eventos, a cargo de la arquitecta Patricia Rodríguez. "El sentimiento que moviliza todas las reuniones sociales es el afecto y la ganas de agasajar a familiares y amigos, compartir un momento o recibir y lucir la casa nueva. Los invitados esperan expectantes la llegada del evento y se preguntan con qué serán sorprendidos", contó la arquitecta a Estilo.

Cuando el lugar elegido posee un significativo valor arquitectónico, las condiciones para la fiesta y su entorno están dadas casi en forma natural, sino habrá que trabajar un poco más y agudizar el ingenio para sorprender con la puesta en escena.

Incorporar los espacios exteriores es una modalidad que pisa fuerte a la hora de organizar una reunión. Hoy muy pocas fiestas se concentran en un solo sitio, casi siempre se busca crear una fusión que conecte el interior del salón con el exterior, sea a través de terrazas, amplios ventanales o jardines especialmente acondicionados para la ocasión.

Los organizadores programan el servicio gastronómico y los entretenimientos en función de esta nueva tendencia. Al aire libre o bajo imponentes y distinguidas galerías, los invitados ahora acostumbran a desplazarse y movilizarse con comodidad dentro de la fiesta.

Rodríguez establece diferencias entre la ambientación de un espacio, que por tratarse de eventos no puede modificar demasiado la infraestructura imperante del lugar, y la decoración, concebida como una transformación que perdura y permanece.

La planta de una fábrica o un depósito en desuso pueden amoldarse fácilmente a una reunión, sólo depende de la superficie disponible y la cantidad de invitados. Si es una entrada o buffet, la capacidad de la sala será aprovechada al máximo, de lo contrario no se puede prescindir de la comodidad. "Proyectar a partir de los espacios y la arquitectura fija permite evaluar costos. Se deben tener en cuenta el equipamiento, amoblamiento, ventilación, ingresos y la iluminación, herramientas que serán la base del trabajo", dice la arquitecta.

Las medidas de seguridad y la disponibilidad de sanitarios, agrega Rodríguez, también son relevantes si los invitados son muchos; al igual que los recursos humanos o el personal capacitado para desempeñar todas las tareas y servicios.

Colores y mucha imaginación
La ambientación con globos o globomansia acompañado de tules y gasas es una tendencia en aumento. Con diferentes diseños y tamaños es una alternativa óptima para espacios grandes y fríos. Siempre es conveniente ambientar con estructuras livianas, desmontables o fáciles de retirar. Las telas tensadas son las protagonistas indiscutidas de la fiesta, por su textura, contraste de colores y disposición en el salón o parque.

Fuera de las convenciones
Las reuniones temáticas también son divertidas y proponen algo fuera de lo convencional porque están relacionadas directamente con el gusto y las preferencias del agasajado. Si se festeja un cumpleaños de quince, las ambientaciones primaverales o con motivos de estrellas son las más frecuentes entre los adolescentes. En cambio, si es un adulto, se indagará sobre sus intereses personales, por ejemplo, si es fanático del campo o de las películas de terror. Los arreglos, el cotillón, los centros de mesa y hasta la vestimenta de los invitados girarán en torno a esto.

A través de la iluminación se incorpora el exterior en el juego de los espacios. El follaje y la vegetación son el escenario natural de trabajo y cuando árboles añosos y de gran porte invaden el lugar, la luz ascendente acapara la atención.

Si el campo o la chacra donde cobrará vida la fiesta tienen amplias dimensiones, conviene delimitar el predio con cercos de arbustos o cañas. Esta medida servirá también para indicar el ingreso y salida al lugar. Además, si la fiesta busca cuidar cada detalle, no se pueden descuidar los senderos por donde caminarán los invitados.

Las carpas (o turca) y sombrillas jerarquizan los espacios verdes al igual que los puff con almohadones.

Algunas ideas fluyen de acuerdo a la estación del año reinante al momento del festejo. El otoño inspira y sorprende con sus tonalidades. Así es como el dorado, el peltre y el beige lucen ingeniosos en centros de mesa armados con bases de hojas secas adornados con velas y tules.

Durante los agasajos de verano, elegir un estilo marino es frecuente porque los verdes y azulados se funden en el agua entre caracoles y conchas. "Siempre buscamos crear espacios diferentes, ya sea en ambientes reducidos o en amplios predios. Si nos permitimos hacerlo con conocimiento y originalidad, hasta la copa de un árbol puede inspirar la decoración", resume finalmente Rodríguez.


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