Casa IBLR (SC)

La lógica de lo posible

El terreno se ubica en el predio de Kentucky Club de Campo, en un lote de forma trapezoidal de 1.825 m2 emplazado en la intersección de las calles Ibira Pita y Los Aromitos, con orientación principal al norte. El programa sugería una vivienda de tres dormitorios, uno de ellos en suite, garage para dos vehículos, cocina, lavadero, living-comedor, estudio, pileta y quincho-subsuelo. Además, los comitentes requerían que todo ello debía desarrollarse en planta baja y cada uno de los locales debería orientarse hacia el norte.

En la estrategia de implantación, el proyecto se desarrolló a partir de las prioridades de demanda de la disposición programática respecto a las mejores orientaciones, no sólo respecto a las visuales y a la privacidad, sino también respecto a la orientación del sol.

De esta manera se produce lo que se denomina un diagrama dinámico lineal, el cual varía y oscila respecto a cambios de la lógica interna funcional de la vivienda y también, a la lógica de los distintos movimientos de las distintas actividades de sus ocupantes .

Partiendo de un programa simple, el proyecto va acomodándose a su propia lógica interna la cual genera una sucesión de espacios singulares pero, a la vez, se va convirtiendo en una secuencia compleja de movimiento y dinámica material. El reflejo de esto es su directa consecuencia formal respecto a la vida funcional, o sea que existe un componente diagramático abstracto, o médium, que conduce o transforma algo bidimensional en algo material tridimensional.

En su aspecto material, la estrategia aborda el uso de un mínimo de combinaciones: hormigón, material de frente blanco y vidrio, para la cáscara. Y madera y hormigón llaneado para su interior.

En esta idea de formación la topografía fluida lineal propia del diagrama modela los espacios de circulación dejando a su paso los remansos programáticos para cada uno de los requerimientos.

La forma final es así la consecuencia de una micro historia de acumulación y sedimentación del proceso evolutivo a la manera en que D'Arcy Thompson sugiere que "los organismos crecen por medio de una acumulación gradual a lo largo de la vida mientras que las estructuras arquitectónicas lo hacen mediante un ensamblaje relativo e intenso, compaginado de acuerdo a una cierta lógica de lo posible".

En esta comparación se puede llegar a determinar que entre los procesos de diseño y los procesos orgánicos existen múltiples diálogos de afiliaciones más que determinados linajes.