Experiencia de atención a la diversidad educativa

Aprender más allá de los sonidos

En la Escuela Vigil Nº 338, cinco chicos sordos se integran con compañeros oyentes

Fabiana Monti / La Capital

Integrar la diversidad es un concepto muy difundido hoy en los ámbitos escolares. Llevar a la práctica esta consigna es lo que están haciendo los alumnos y docentes de 8º año D de la Escuela Media Nº 338 Constancio C. Vigil de Rosario, con la incorporación, desde principios del ciclo escolar, de cinco chicos sordos a las aulas. Juntos a sus pares, atraviesan el desafío de aprender y comunicarse más allá de los sonidos.

Aseguran que les gusta más la escuela para sordos porque les resulta más fácil la comunicación. No obstante reconocen que ir a la 338 le sirve como experiencia para manejarse en la vida cotidiana. Se llaman Emanuel, Javier, Jeremías, Fernando y Mariano. Explican, a través de su intérprete de lengua de señas, una docente de la Escuela Nº2.013, Adriana Andrada, que son sordos y no se sienten discriminados al decirlo.

Las dificultades no son sólo para ellos: a sus compañeros oyentes también les significa algo nuevo. "Nos dio ganas de aprender el lenguaje de señas", señala Karen. Si bien reconocen que les resulta más complicado comunicarse, aceptan que, con el tiempo, se fueron integrando y planeando salidas juntos.

Nora Ferrareto, directora de la Constancio Vigil, comenta que la experiencia surgió de una relación entre docentes de instituciones, ya que los alumnos sordos habían comenzando su integración a la escuela común, en la Nº615 República del Perú -ubicada frente a la Vigil-. Fue la profesora de matemática Mabel Amada y preceptora en la 338, la portadora de la necesidad de que los chicos pudieran continuar su 8º año en una institución común.

Así, a principios de 2005, Javier, Jeremías, Fernando, Mariano y Emanuel comenzaron a concurrir a la Vigil. Al principio estuvieron acompañados por una mamá que hizo de intérprete; luego trabajaron con la ayuda de estudiantes del Instituto Nº 16 del profesorado para sordos, y finalmente, con la creación del cargo de maestra especial por parte del Ministerio de Educación provincial. Para reforzar los contenidos, en contraturno concurren a la Escuela Especial Nº 2.013.

"Para todos fue un aprendizaje", señala Ferrareto y destaca que tan positiva resulta la integración que inclusive los chicos con dificultades auditivas logran mejores notas.

Otro buen resultado que observan los directivos, es cómo la escuela va incorporando la diferencia. Al respecto, el vicedirector, Marcelo Lai, comenta que para el acto del 9 de Julio, los otros compañeros compusieron una canción con lenguaje de señas.

"No pretendemos que todos aprendan lengua de señas", indicó la directora porque la idea es que los chicos puedan comunicarse con el mundo oyente como puedan, y asegura que encuentran los recursos para hacerlo.

Esta iniciativa movilizó a la comunidad educativa de la Nº 338, por lo cual, Ferrareto insiste con la idea de que la institución se perfile como un lugar donde puedan concurrir alumnos sordos o hipoacúsicos.

Si bien las inscripciones comienzan en octubre, los interesados en conocer más sobre esta propuesta pueden hacerlo al teléfono 4728669.

La lengua de señas, un medio para comunicarse entre los chicos de 8º año de la EGB.