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sábado,
17 de
septiembre de
2005 |
Gerdau se quedó con el 84 % de la acería Sipar
Los brasileros pagaron
u$s 40,5 millones. Relanzarán la inversión para producir palanquilla en Pérez
Patricia Martino / La Capital
El grupo Gerdau pagó 40,5 millones de dólares para elevar su participación accionaria en la acería local, Sipar, del 43% al 84%. De esta forma se transformó en el mayoritario de la tradicional laminadora de Pérez, proveedora de insumos para las industrias autopartista, agrícola y metalmecánica y empresas constructoras.
Pero Gerdau va por más y promete volver a la carga en las negociaciones para adquirir Acebrag (la ex Aceros Bragado), otra de las competidoras en el mercado de laminados.
En Sipar, la sociedad formada por las familias Giovagnoli, Mosconi y Censabella vendió sus acciones el miércoles pasado pero la noticia recién trascendió ayer cuando Gerdau informó la operación en la Bolsa de Nueva York, trámite que debe realizar por cotizar en la city de Chicago.
A partir de esta operación los socios argentinos serán sólo dos ya que Giovagnoli vendió el total de su participación. Según trascendió, la familia Censabella se quedaría con el 10% de las acciones y Mosconi con el restante 6%.
La consolidación del control de Gerdau en Sipar daría paso a un proyecto que parecía archivado: la instalación de un horno para fundir chatarra y fabricar palanquilla, la materia prima de la industria siderúrgica. Esta inversión de 22 millones de dólares, que había sido anunciada en 2003 pero permanecía en carpeta, es clave para convertirse en una siderúrgica de proceso integrado.
El proyecto prevé duplicar además la capacidad instalada de la planta de Pérez, hoy en 240 mil toneladas anuales. Hasta el momento debe importar la palanquilla desde Gerdau Açominas y, antes de la llegada del grupo brasilero, durante mucho tiempo la materia prima fue comprada a su competidora Acindar.
En todo el mundo, la palanquilla, barras de acero de unos 12 metros, se fabrican con pelets de mineral de hierro pero como en la Argentina hay abundante cantidad de chatarra y es más económica, el horno de Sipar-Gerdau fundiría este insumo.
La acería de Pérez fabrica una amplia línea de productos que incluye barras nervuradas y lisas para construcción, mallas electrosoldadas, alambres recocidos, alambrones para industrias, barras laminadas redondas y cuadradas, barras trefiladas redondas, barras trefiladas rectificadas, alambres crudos y clavos. Este último es el caballito de battalla de Gerdau a nivel mundial. Actualmente atiende a distribuidores siderúrgicos, industria autopartista, agrícola y metalmecánica y empresas constructoras de todo el país.
La historia de Sipar se inició en enero de 1953 con la fabricación de implementos y partes para maquinarias de la industria agrícola. En 1957, la sociedad formada por las familias Giovagnoli, Mosconi y Censabella comenzó con la laminación de aceros. En agosto pasado, José Censabella, fundador de la firma y de reconocida trayectoria en el gremialismo empresario, recibió en la Cámara de Diputados de la Nación el el premio "mayor notable argentino".
El 21 de mayo de 1998, Sipar se asoció con el grupo Gerdau, propiedad de la familia Johanpeter. Poco después, cuando los brasileros asumieron el manejo operativo de la firma, cambió su denominación a Sipar-Gerdau cuando los brasileros se quedaron con el manejo operativo de la firma. A partir de la nueva división accionaria no pasaría mucho tiempo para que el nombre pase a ser Gerdau-Sipar.
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Fotos
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La planta tiene capacidad para producir 240 mil toneladas anuales.
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