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 miércoles, 14 de septiembre de 2005  
Una vivienda de Garibaldi al 1800 acumula kilos de chatarra y desperdicios
Un basural "privado" en plena zona sur
Es de un anciano que acumula de todo. Los vecinos pidieron sin éxito que actúen las autoridades

La imagen que se observa sobre Garibaldi al 1800 es sorprendente. El dueño de una vivienda acumula toneladas de basura desde hace años, pero lo extraño del caso es que no persigue ningún beneficio por ello, ya que, según los vecinos, ni siquiera la selecciona para después vender el material reciclable. Autos desarmados, electrodomésticos, hierro, cientos de cajones de madera, mobiliario oxidado, botellas, plástico, caños y autopartes se observan sobre un terreno de unos 25 metros de frente por más de 50 de fondo. Y los vecinos están desesperados.

La descuidada vivienda tiene heladeras, escritorios y lavarropas hasta en el techo, porque el sector del patio lindante ya está desbordado por una montaña de desperdicios que don Nicolás, un ciruja de 72 años "con aparentes traumas psicológicos", junta desde hace tiempo, refieren los habitantes de la zona.

Pero más allá de lo que aparenta ser un pasatiempos para este hombre, los moradores de la cuadra están preocupados porque la acumulación de basura acarrea problemas serios y se reproducen todo tipo de alimañas con el consiguiente riesgo sanitario. Llevaron su reclamo a las autoridades municipales en reiteradas oportunidades, aunque la solución se hace esperar. A la proliferación de ratas, gatos y hasta comadrejas, se suma la presencia de mosquitos durante todo el año. "Es constante. Los bichos se meten dentro de tu casa, no se puede vivir así", se lamentó un vecino.

"Tenemos que tener las puertas y ventanas cerradas por la invasión de bichos, y el olor a podrido es penetrante cuando se descompone el material orgánico. Los pibes no pueden jugar en la vereda ante el riesgo de contraer alguna enfermedad", se quejó una mujer, mientras remarcaba que la situación persiste desde hace más de 15 años.

"Hicimos de todo para que alguien escuche nuestros reclamos: juntamos firmas, fuimos al Distrito Sur, a la Defensoría del Pueblo y presentamos denuncias en Tribunales, pero nunca tuvimos una respuesta. También elevamos la queja a Medio Ambiente, pero nadie vino", precisó María Zalazar, una chica que tiene su casa pegada a la de don Nicola, como se lo conoce en el vecindario.

Según el relato de los moradores de la cuadra, "hace dos años vaciaron una parte, pero no alcanzaron a limpiar el lugar, a pesar de que más de treinta camiones acarrearon gran cantidad de desechos".

Un amigo de Nicolás Lomaglio -quien se comprometió a limpiar el terreno- comentó que fue "un empresario exitoso de la construcción, pero la vida le jugó una mala pasada y su situación económica empeoró de un día para el otro". Buscó escarbar entre los desperdicios algo de lo que perdió, pero el pasatiempos de acarrear basura en su vieja bicicleta se le escapó de las manos. Los vecinos piden asistencia psíquica y médica para el anciano y una urgente solución al problema del basural.
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En el basural se puede encontrar desde autos desarmados a electrodomésticos.

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