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miércoles,
14 de
septiembre de
2005 |
También tengo
derechos
Leí la nota del señor Juan José Estrade, titulada "No se puede ser madre a cualquier precio", en la página de Opinión de La Capital. Estrade tiene todo el derecho de opinar como lo hace criticando la fertilización asistida, pero con una precisión: él, como hombre de la Iglesia institucional y de su brazo educativo, la UCA (Universidad Católica Argentina), tiene derecho a hacerlo ante sus fieles, en sus parroquias, en las salas de la Facultad. Y a quien no cumpla, pues, le tocará la penitencia que la Iglesia considere. Pero fuera de ese ámbito, el señor Estrade no tiene ninguna autoridad. Yo como mujer y como madre también tengo derechos, como el de no seguir sus prescripciones, no pertenecer a la Iglesia e intentar ser madre de todas las maneras posibles. El señor Estrade no tiene familia, ni esposa ni es padre para saber lo que es un hijo. Pero quien así lo considere bien puede seguirlo.
Susana Benavídez
N. de la R.: El artículo al que se refiere la lectora fue escrito por Juan José Estrade (presbítero y director del Instituto de Bioética de la UCA) y publicado el 10 de agosto pasado. A raíz del caso de la pareja lesbiana de Córdoba que tuvo un hijo concebido por inseminación artificial, Estrade advirtió que "para ser madre es absolutamente necesario ser mujer" y que "la ciencia debe reconocer que no todo lo que es posible es ético".
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