Un puñado de historias melancólicas

"Fue como hacer rodar un cochecito en el patio trasero", comparó el ex beatle

La crítica elogió el último disco de Paul McCartney, trabajo que tiene una atmósfera melancólica y nostálgica. Desde el sonido más genuinamente McCartney como "Fine Line" (que cuenta el largo camino entre caos y creación) y "Promise To You Girl" -donde aparece el "back yard" (patio trasero)- a temas más oscuros e introspectivos como "At The Mercy", "Too Much Rain" y "Riding To Vanity Fair". Se destaca también "Jenny Wren", que el mismo Paul describe como "hijo de Blackbird".

"Me gusta tener un pequeño punto de referencia, algo así como un comienzo, y luego escribes otra cosa. Es mi estilo", aseguró McCartney, sabedor de que para algunas personas "Chaos and Creation..." se parece a su primer álbum solista ("McCartney", 1970). "Eso he oído, pero no lo pienso. El hecho de que toque muchos instrumentos en el disco quizás haga que suene un poco así", aclaró Paul.

"Queríamos hacer un gran disco que fuese fiel al estilo de Paul. Y creo que eso es exactamente lo que hicimos", afirmó el productor Nigel Godrich. "No quería apurarme -explicó McCartney-, realmente mucha parte del disco la íbamos inventando según íbamos avanzando, probaba algo y si no funcionaba intentaba otra cosa hasta que quedase bien. Era como hacer rodar un cochecito por el patio de atrás".

Godrich también le señaló a Paul cuáles canciones le parecían malas, entre las que está "Vanity Fair". El ex beatle luchó por incluirla, aduciendo que "es la canción en la que más he trabajado en toda mi vida", pero no hubo caso. "Fue un buen ejercicio -admitió-, después que pude salir del asombro de que alguien me dijera en mi propia cara que le gustaba para nada una de mis canciones".

Este rejuvenecido McCartney también anuncia que quiere recuperar la intensidad que proporciona la ruta y ya tiene contratadas 37 fechas en Estados Unidos, dentro de una gira que comenzará el próximo viernes en Miami y que terminará el 29 de noviembre en Los Angeles.