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domingo,
04 de
septiembre de
2005 |
Regional del Litoral
Uni sacó la diferencia con un penal de su apertura
Pablo F. Mihal / Ovación
Por varias razones, el partido de ayer entre Universitario y Gimnasia sobresalía del resto de los encuentros de la 5ª fecha del Regional del Litoral. La paridad entre unos y otros, y el consiguiente resultado incierto, hacía más sabrosa la oferta de ese menú. Los protagonistas no defraudaron y ofrecieron un partidazo que terminó con el triunfo de Uni por 22 a 20, con un penal de Juan Pablo Caterina cuando el partido ya expiraba.
Muchos se remitieron a la final del Regional de 2003 sólo que esta vez el final fue distinto.
Gimnasia se jugaba una parada difícil y tenía la obligación de ganar. Esto generó cierto ímpetu que se marcó sobre todo en los minutos iniciales: habían pasado solamente 25 segundos cuando Martín Molina intentó un drop que no fue, situación que puso de manifiesto las urgencias de los mens sana por sumar.
El equipo del Parque tuvo un leve dominio territorial pero apenas inquietó a la última línea académica, que con orden logró controlarlos. La posesión fue repartida y las acciones se limitaron a la lucha por conseguir la pelota.
Tuvieron que pasar veinte minutos para que el marcador rompiera la paridad. Pablo Iguri concretó una muy buena jugada de Rivosechi y Uni empezaba a capitalizar el desnivel individual de algunos de sus hombres.
Sin embargo le faltaba algo y por errores propios (problemas en las salidas) no supo conservar esa ventaja. Por eso enseguida llegó el descuento mens sana a través de Molina.
No obstante, siguió apostando a su libreto y volvió a herir, esta vez por el lado de los forwards. Maul mediante, Eduardo Schiavo apoyó en la línea de sentencia y Uni volvió a sonreir.
Libre para pensar y complicar al local, Molina equiparó la balanza con su pie. Gimnasia trabajó muy bien sobre la pelota e intentó imponer los ritmos y sin arriesgar demasiado se puso a tiro.
En el arranque del complemento los auriazules alcanzaron el empate. Con el correr de los minutos las acciones se hicieron algo desprolijas pero el partido ganó en emoción. Estaba para cualquiera y en esa paridad lograba imponerse el que menos se equivocaba.
Ramiro Sánchez, de contra, inclinó la balanza para el lado del local, pero la respuesta de Tosto emparejaba todo de nuevo. La única diferencia fue que Gimnasia falló en la conversión y ahí empezó a definirse el partido aunque le quedaban algunos minutos para llenar de emociones.
Ya sobre el final Edery marcó un drop y pareció que la victoria viajaba al parque Independencia. Pero quedó tiempo para una jugada más y la presión de Uni tuvo sus frutos. Error y penal.
Fue entonces cuando Caterina se vistió de héroe. Apuntó y su disparo ingresó por el medio de la hache para desatar el festejo de su hinchada y la lógica desazón de los mens sana.
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