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 domingo, 04 de septiembre de 2005  
La decisión. La UNR muestra sus estrategias para el "salto" a la Universidad
¿Es "crucial" tener que elegir una carrera?
Al salir del polimodal los chicos enfrentan el intríngulis de la vocación, mucha oferta y ansiedad por la salida laboral

Ya pasó Bariloche y empiezan a pensar en la graduación, pero también se acorta el plazo para decidir qué carrera seguirán el año próximo. La mayoría tiene entre 17 y 18 años y vive en un mundo cada vez más complejo. La educación pública aún les sigue ofreciendo una imagen de futuro, con el que tienen el derecho y hasta el deber de soñar. Muchos ya saben qué les gusta, otros cambian día a día o tienen definida un área de interés, pero todavía no se juegan por una carrera en concreto. Y los más piensan en algo que hace 30 años no desvelaba a nadie: que lo que elijan tenga salida laboral y en lo posible antes del fin de su carrera. Para la titular de Extensión de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), Norma Abrahan, la pregunta por la vocación sigue siendo legítima, pero a condición de que no se la piense como un mandato, una condición innata o un camino sin retorno.

Esa visión desdramatiza el hecho de que un 30 por ciento de los ingresantes de la UNR no se reinscribe al segundo año. Si quedan fuera del sistema o cambian de estudios preocupa a la Universidad e incluso al Ministerio de Educación de la Nación, ya que el promedio de no reinscriptos a nivel país es mucho más alto que en Rosario: entre el 40 y 50 por ciento.

Por eso para la UNR es auspicioso que por la Expo Universidad organizada esta semana en el Centro de la Juventud hayan pasado más de 12 mil chicos. Incluso lo es que a las dos horas de abierta ya se hubieran agotado los cupos para un curso de orientación vocacional que empezará la semana próxima.

No es fácil tener 18 años en estos tiempos, cuando ni siquiera sigue muy en pie la opción de hierro entre trabajar o estudiar. Pese a ello, y aunque vapuleada, la larga tradición sarmientina que atribuyó importancia capital a la educación sigue operando simbólicamente en Argentina. Prueba de eso es el dato que acerca Abrahan. "El 97% de la población en edad de acceder al sistema de educación superior quiere hacerlo, según revela una encuesta hecha a instancias del Ministerio de Educación provincial en todas las escuelas medias, tanto en las de Villa Banana como en el Colegio del Sol", dice. Obvio, ese porcentaje no se corresponde con el de los chicos que efectivamente lo hacen, pero revela un valor simbólico.

Pero aun para quienes consiguen ingresar no está despejado el camino. "En primer lugar nos topamos con un problema subjetivo, pero de fuerte mandato cultural: que hay que definir ya. Y eso es problemático ya que el joven que llega a la Universidad es casi un niño de 17 años si pensamos que hoy se habla de adolescencia hasta casi los 30: le estamos pidiendo a alguien en la mitad de su adolescencia que decida su futuro", señala.

Y esa no es la única dificultad que deberán sortear los chicos: también se suman la sobreoferta de carreras, tanto públicas como privadas, terciarias o universitarias, las variables socioeconómicas harán o no sostenible la elección, y los déficits que se arrastran de la escuela.

Lo cierto es que la primera gran pregunta apunta al deseo. O a lo que, con un cierto resabio metafísico, se suele llamar vocación (del latín vocatio, o "llamado"). Y para reconocer al deseo hace falta información. Con ese mismo paradigma, en la UNR apuntan a "reforzar el deseo del alumno, a que vea sus opciones con tranquilidad y tenga todos los elementos para elegir". También intentan despejar ese deseo del mandato familiar, a veces un peso pesado.

Si los chicos eligen una determinada carrera y luego no la sostienen, "no es una cuestión de vida o muerte, porque el alumno que accede a la educación superior no pierde tiempo, está contenido por un espacio que de una forma u otra le abrirá la cabeza", opina Abraham.

-¿El 30% de alumnos que no se reinscriben a 2º año queda dentro del sistema educativo porque pasa a otras carreras o se cae del sistema?

-No hay estadísticas, pero sí se ve el retorno al sistema universitario. La Encuesta Permanente de Hogares, por ejemplo, incluyó el ítem de estudios universitarios y mostró que la gente reingresa al sistema años después de abandonar. Entonces, ese número puro del 30% de deserción en el primer año se matiza con un retorno posterior. En el turno noche de cualquier facultad hay alumnos que ya pasaron los 40 años y retoman sus estudios después de 20.

-¿Existe la vocación?

-No es algo predeterminado o con lo que se nace. Para mí, existe un deseo. Pensarlo como algo destinal es no poder relativizar nada.


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