Año CXXXVIII Nº 48860
La Ciudad
Política
Economía
El Mundo
Información Gral
Opinión
La Región
Policiales
Cartas de lectores


suplementos
Ovación
Escenario
Educación


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 28/08
Mujer 28/08
Economía 28/08
Señales 28/08
Educación 27/08
Salud 24/08
Estilo 02/07

contacto

servicios
Institucional

 sábado, 03 de septiembre de 2005  
De nuevo. Roban una partida de dinero para solventar las raciones de seis meses de un comedor para 150 chicos
Siguen a una mujer desde un banco en moto y le arrebatan 20 mil pesos
Había retirado de una agencia céntrica un subsidio nacional. En una calle de barrio Alvear, cuando acababa de bajar de un taxi, la encaró un delincuente al que lo esperaba un motociclista. También le quitaron su sueldo

Todo estaba preparado en el hogarcito Mundo de Ilusiones para que una tanda de milanesas rompiera con la monotonía de una racha de comidas ajustadas por la falta de fondos. Pero no pudo ser. En la esquina del pasaje Laprade y Crespo, dos delincuentes en una moto le arrebataron ayer por la tarde la cartera a una mujer de 29 años, encargada del comedor. Así, en un suspiro, los hampones se llevaron los 20 mil pesos que la mujer había retirado de la casa central del Nuevo Banco de Santa Fe (NBSF) -de Santa Fe y San Martín- destinados a solventar las 150 raciones que se dan por día a los pibes de barrio Alvear. Además la joven vio esfumarse el sueldo que había cobrado como empleada de una compañía telefónica. "Pedimos que por favor se apiaden de nosotros. Lo único que hacemos es trabajar para que los chicos coman", suplicó Cristina del Valle Melchori, la víctima del atraco.

"¿Van a dar la leche?", preguntó al pasar por la puerta del hogarcito un pibito sub 12 de los del barrio. Las doñas en la puerta no podían con sus almas y el silencio fue una respuesta. Ayer no fue un buen día para los que preparan las 150 raciones que dan de comer, cuando hay fondos, a los pibes y sus familias en barrio Alvear. Pero el día había arrancado para ser uno de los buenos.

Hace ocho que Cristina trabaja junto a su familia en el comedorcito que está por el pasaje Laprade, a la vuelta de la esquina con Crespo. Con máxima reserva, para evitar sorpresas, se fue junto con su tía Matilde, quien también trabaja en el comedor, hasta el NBSF del centro para retirar los fondos de copa de leche que la provincia les envía y el dinero por un par de proyectos aprobados por el Fopar, el Fondo Participativo de Inversión Social, programa del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.


Un momento fatal
Eran pasadas las 14.30 cuando el taxi las dejó al regresar en la esquina de Centeno y Crespo, a 50 metros del pasaje Laprade. Las mujeres pagaron, se bajaron y, mientras caminaban, vieron a una conocida que las detuvo en la esquina del pasaje y les dio charla. "Salimos del banco, porque tuvimos la gracia de Dios que nos aprobaron dos proyectos del Fopar, y podíamos reabrir el comedor que hace dos que lo tenemos cerrados porque no venían los fondos", comentó con las huellas de la angustia en su rostro Cristina. "Nos entretuvimos en la esquina con una amiga y un hombre, que se bajó de una moto que estaba escondida detrás de una Trafic que está siempre estacionada porque le faltan las ruedas, me arrebató la cartera", explicó la joven.

"Sólo atiné a agarrar fuerte la cartera porque ahí tenía la plata de los chicos", dijo con angustia en la puerta de la seccional 18ª, luego de declarar. En la cartera, además de los documentos, las tarjetas de crédito y debito, llevaba 20 mil pesos en efectivo y su sueldo. Cristina trabaja en el 112 de la empresa Telecom. "Me pegó muy fuerte en el brazo derecho para que soltara la cartera, pero no me mostró un arma. El brazo todavía me duele", dijo la mujer. Después el ladrón se subió a la moto Honda 125 centímetros cúbicos que lo esperaba y huyó.

"Un vecino, pasando calle Crespo, le salió al cruce porque estábamos a los gritos que nos habían robado. Y uno de los dos le mostró un revólver", comentó Matilde, la otra víctima del atraco. El grueso del dinero era para que el comedor pudiera funcionar por los próximos seis meses. "Nunca mandan tanto dinero", explicó una de las mamás que colaboran en el centro comunitario como adelantándose a que alguien se ratonee con la idea de un futuro atraco. Si bien en el barrio mandaba la cautela, a ninguno de los vecinos les resultaba descabellada la idea de que los ladrones la siguieran desde la salida del banco en San Martín y Santa Fe.

María Griselda, la abuelita del comedor, no podía con su pena y con la artrosis. "Todo lo que tenemos acá es donado. Este lugar lo empezamos hace ocho años, aunque hace cuatro que recibimos la copa de leche de la provincia", explicó. "Parte del terreno lo tenemos en comodato, que se nos vence este año, y la otra parte la donamos con dos de mis ocho hermanos", comentó la mujer mientras buscaba un respiro a la artrosis sentándose. "Cuando llega la partida uno puede pensar en milanesas para los pibes. Después hay que ajustarse", explicó.

Parte del dinero robado era para solventar dos microemprendimientos aprobados por el Fopar, que es un fondo de inversión que apoya a organizaciones comunitarias en la ejecución de pequeños proyectos tendientes a solucionar problemas que los afectan. "No creo que el Fopar nos vuelva a mandar el dinero. Este microemprendimiento iba a beneficiar a gente que no tiene trabajo y se iba a sostener de las ventas de lo producido", se lamentó Matilde. La idea era invertir el dinero en la reparación del comedorcito para poder fabricar pan y pizzas que luego venderían. De esa idea iban a comer varias familias. Para brindar ayuda al centro se puede llamar al 4333389.
enviar nota por e-mail
contacto
Búsqueda avanzada Archivo


Ampliar FotoFotos
Ampliar Foto
Seis horas después del robo, a Cristina la impotencia se le refleja en la mirada.

Notas Relacionadas
Una seguidilla desde la misma sucursal


  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados