|
sábado,
03 de
septiembre de
2005 |
Aniversario de la toma de rehenes. Putin asegura que no es posible garantizar plenamente la seguridad frente al terrorismo
Madres de Beslán critican al Kremlin
por el sangriento desenlace de la crisis
A un año de la matanza, las investigaciones sobre si hubo incompetencia oficial siguen estancadas
Moscú. - El presidente ruso, Vladimir Putin, enfrentó ayer el enfado de madres que perdieron sus hijos en la sitiada escuela de Beslán y les aseguró que una investigación sobre el sangriento hecho no encubriría la incompetencia de los funcionarios. La delicada reunión entre Putin y miembros del crítico comité de madres de Beslán, Osetia del Norte, se realizó a un año y un día del comienzo de la crisis de tres días, cuando militantes armados pro Chechenia entraron con furia en la escuela en el sur de Rusia.
Un total de 331 personas, la mitad de ellos niños, fallecieron, la mayoría de ellos en el último día cuando el gimnasio de la escuela, donde estaban los rehenes, colapsó bajo explosiones, fuego y disparos.
Putin, con una mirada pesimista sobre la reunión en el Kremlin, dijo que los actos terroristas en el mundo mostraron que ningún Estado puede ofrecer protección completa a sus ciudadanos contra este tipo de ataques. Pero dijo también que ese hecho no era una excusa para que los funcionarios de gobierno hubiesen permitido una tragedia tan terrible. "Quiero subrayar particularmente esto, estoy de acuerdo con quienes creen que no se puede justificar a nadie que no lleve a cabo sus funciones como debe", comentó a través de la televisión. "Esa es la verdad. Y todas las circunstancias de este tema deben ser investigadas a fondo", agregó.
Observó que otros países, como EEUU y Gran Bretaña, han sufrido también graves ataques terroristas y sugirió que sus autoridades fueron también responsables en parte por los atentados ocurridos en sus territorios.
Putin procuró asegurar al grupo de que ha sido informado de sus quejas contra el gobierno de Moscú. La comisión de madres de Beslán, que estaba representada por varias mujeres en la reunión, ha criticado tanto el manejo de la tragedia por el gobierno como la investigación subsiguiente. "Es difícil comenzar esta reunión", dijo. "Sus sentimientos deben ser entendidos por cualquier madre, cualquier padre, cualquiera persona normal. Yo lo sé todo, he sido informado acerca de sus problemas y sus preocupaciones".
El mandatario reiteró su argumento previo de que Rusia no está bien equipada para enfrentar el reto del terrorismo porque resultó muy afectada con la caída de la Unión Soviética en 1991 y sus secuelas. También dijo que la primera guerra de Chechenia, de 1994 a 1996, dejaron los servicios militares y de seguridad en "condiciones lamentables, semidestruidos". "Desafortunadamente no tengo otros medios de combatir ese virus, el terrorismo", dijo Putin.
Prohibida las cámaras
Medios extranjeros no fueron invitados a la reunión y un canal local de televisión, que mostró los comentarios inaugurales de Putin, cortó sus transmisiones cuando la discusión comenzó. La reunión fue insólita porque el líder ruso evita encuentros públicos potencialmente bochornosos. El Kremlin ya fue criticado por programar la reunión durante el período de tres días de luto en Beslán, en vez de permitir a las madres permanecer en sus casas con sus familias. Solicitudes anteriores de un encuentro con el presidente habían sido rechazadas.
A pesar de ser un hecho escandaloso, el drama de Beslán se convirtió en un instrumento de campaña del Kremlin para unir a los rusos en la lucha contra la amenaza de atentados. El 3 de septiembre, el día más sangriento de la tragedia en la escuela, es conmemorado en Rusia como una jornada de solidaridad en "la lucha contra el terrorismo".
Popular por la guerra
La alta popularidad del mandatario ruso se mantiene por las resistentes acciones de la rebelde Chechenia, que fue reocupada por tropas rusas en 1999, luego de tres años de independencia. Sin embargo, a pesar de tomar formalmente a Chechenia bajo control, Rusia ha fallado en detener los ataques de los rebeldes separatistas.
Un recordatorio de la inestabilidad llegó ayer cuando tres rusos fallecieron y varios fueron heridos tras una explosión en Daguestán, un territorio ruso musulmán cercano a Chechenia (ver aparte).
Entre otras cuestiones, las madres de Beslán preguntaron al presidente por qué más de 30 terroristas fuertemente armados pudieron entrar sin ser detectados en la escuela el 1º de septiembre de 2004, y por qué las fuerzas de seguridad utilizaron armas pesadas y lanzallamas para asaltar el edificio en el que había cerca de 1.100 rehenes y en el que los terroristas habían "plantado" cargas explosivas.
enviar nota por e-mail
|
|
Fotos
|
|
Llanto incontenido de una madre que perdió a su hijo.
|
|
|