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viernes,
02 de
septiembre de
2005 |
Aumento del combustible
Largas filas de automóviles en las estaciones de servicios de EEUU fueron una de las consecuencias de los drásticos racionamientos de combustible tras el paso de Katrina por la región petrolera del golfo de México. El efecto del huracán, sumado a la crisis del sector petrolero, desató la suba en esta semana al precio del combustible en más de un 30 por ciento.
El presidente Bush anunció que las compañías petroleras podrán apelar a la denominada reserva estratégica de petróleo del gobierno de EEUU -de 700 millones de barriles (de 159 litros)- para suplir la merma en la producción de crudo en el golfo de México.
También se liberaron los controles medioambientales a la producción con el fin de que las refinerías puedan producir más litros de combustible, aunque de menor calidad, en menos tiempo. Los precios se ubican por encima de los valores que hace pocos días eran considerados astronómicos al subir a tres dólares por galón (3,8 litros).
Los automovilistas estadounidenses tiemblan por el temor a que el galón de gasolina se dispare a cuatro dólares si se prolonga el cierre de ocho gigantescas refinerías en la región azotada por Katrina.
Los precios del producto en EEUU son mucho más baratos que en Europa y otros países del mundo debido al bajo porcentaje de impuestos con que se los recarga. Sin embargo, la cotización del combustible al por mayor es mucho más alta que en el viejo continente.
Fuera de servicio
A los crecientes problemas de abastecimiento se suma la salida de servicio de dos gigantescos conductos que proveen de combustible al noreste y centrooeste de EEUU. Los problemas en las refinerías por los destrozos causados por el huracán y falta de electricidad impiden sumunistrar hidrocarburos a los oleoductos.
La producción de crudo en el Golfo de México está paralizada en un 91,5 por ciento, según indicó el gobierno, mientras que la extracción de gas está limitada en un 83,5 por ciento.
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