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sábado,
27 de
agosto de
2005 |
Los que debutaron: más que chicos, grandes
Grabowski fue el de rendimiento más alto entre los que hicieron su estreno
Hacía mucho que el colectivero de la 35/9 no iba a la cancha. "Lo hice por Juan", dijo. "No me quiero perder el debut y además va a hacer un gol", aseguró. El Gringo, de apellido con la misma ascendencia polaca que Juan Fernando Grabowski y que lo llevaba asiduamente a las prácticas en Baigorria, tuvo su recompensa. El marcador central que debutó a la tardía edad de 23 años fue el mejor de los muchos debutantes y cerró la cuenta en el Gigante con un gol.
Grabowski jugó muy concentrado en el primer tiempo junto a Ledesma e Imperiale, en una línea que fue casi de tres, sacó varias pelotas de arriba y abajo, y cuando comprendió que Lanús estaba groggy tras la conquista de Borzani en el amanecer del complemento, se animó y hasta llegó al gol para cerrar una gran noche.
Un escalón abajo se ubicó Andrés Imperiale (19 años). Sobrio en la marca, cumplió con lo que le pidieron anulando en esa línea de tres a Graf y Ceballos, además mostró buen pie para jugarla redonda. Lo mismo puede decirse de Eduardo Marcelo Aguirre, otro debut tardío con 22 años, al que quizás le faltó más proyección.
Lucas Moya (18) fue vivo en asistir a Ruben en el primer gol y se nota que sabe aunque muchas veces entretuvo de más la pelota. Y Diego Villagra (21), que jugó unos minutos en la última fecha del Clausura 2004 ante Banfield, hizo un gran despliegue por derecha, fue atrevido y definió muy bien en el tercero. Para completar la noche de debuts, Gonzalo de Porras (20) tuvo tiempo de mostrar cosas interesantes en ataque, mientras que Federico Pallaro (19) también jugó tranquilo y pudo tocar sin problemas.
Central redondeó una noche perfecta. La gente se fue chocha, los pibes se fueron chochos y el Gringo, obvio, también.
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