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domingo,
21 de
agosto de
2005 |
Itinerario borgeano: Pueyrredón y Las Heras
Desde 1929 hasta 1939 Borges vivió con sus padres en un departamento del 5º piso de la esquina de Pueyrredón y Las Heras. Durante estos años ocurrieron algunos de los acontecimientos más tristes de su vida: en 1938 murió su padre, y al poco tiempo falleció también su querida abuela Fanny.
A fines de 1938, Borges sufrió un accidente al subir una escalera: "Fue en la noche buena de 1938/ el mismo año que murió mi padre que sufrí un grave accidente. Yo subía apresuradamente una escalera cuando de pronto sentí que algo arrasaba la piel de mi frente... durante un mes me debatí entre la vida y la muerte".
Pese a todo, también en esos años hubo algunos acontecimientos importantes en su trayectoria de escritor. Publicó algunas de sus obras más destacadas y trabajó en distintas revistas y periódicos.
En 1937 comenzó a trabajar en la Biblioteca Miguel Cané, en Carlos Calvo 4319. En sus memorias declaró que en la "Biblioteca de Babel", expresó mucho de lo vivido allí. "Mi cuento kafkiano (La Biblioteca de Babel) fue concebido como una versión pesadillesca o magnificación de aquella biblioteca municipal, y algunos detalles del texto no tienen significado especial alguno. Los innumerables libros y estanterías que aparecen en el cuento eran literalmente los que tenía bajo mi codo. Críticos ingeniosos se preocuparon por estas cifras y les confirieron generosamente un significado místico".
"El universo (que otros llaman Biblioteca) se compone de un mundo indefinido, y tal vez infinito, de galaxias hexagonales, con vastos pozos de ventilación en el medio, cercados por barandas bajísimas. Desde cualquier hexágono se ven los pisos inferiores y superiores interminablemente. La distribución de las galerías es invariable. Como todos los hombres de la Biblioteca, he viajado en mi juventud; he peregrinado en búsqueda de un libro, acaso del catálogo de los catálogos, ahora que mis ojos no pueden descifrar lo que escribo, me preparo a morir a unas pocas leguas del hexágono donde nací. Muerto no faltarán manos piadosas que me tiren por la baranda: mi sepultura será el aire insondable; mi cuerpo se hundirá largamente y se corromperá y disolverá en el viento engendrado por la caída que es infinita. Yo afirmo que la Biblioteca es interminable".
Borges y María Kodama solían visitar a Raquel Forner en el taller que había compartido con su marido, el escultor Alfredo Bigatti, en la calle Dorrego. Cuando Borges publicó su cuento El Evangelio según Lucas, Raquel Forner lo ilustró. Años después la Fundación Bigatti-Forner donó ese cuadro a la Fundación Borges para sellar la amistad que había unido al escultor, a la pintora y al escritor, amistad que ahora se continúa en la labor desarrollada por ambas fundaciones.
Bueno es memorar su paso obligado por el Bar El Querandí, en Perú y Moreno, donde iba a tomar el café y se despedía del amigo que ese día lo había acompañado en el camino.
Datos útiles El tour borgeano se realiza de lunes a viernes a las 15, organizado por la Subsecretaría de Turismo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Reservas con anticipación al 011- 4114- 5791 de 10 a 13.
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Fotos
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Los bosques de Palermo eran uno de los paseos preferidos del autor de "Ficiones".
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