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domingo,
21 de
agosto de
2005 |
Un regalo muy especial
"Lamento que este sea mi regalo de despedida". Hitler, horas antes de matarse, le dio a Junge una cápsula de cianuro, pero ella quería vivir y nunca la utilizó. Tras el suicidio de Hitler y Eva Braun le entregaron una pistola, casco y ropa de combate para salir del búnker de la Cancillería junto a otros civiles y un grupo de oficiales. Logró salvarse, de las violaciones de los soldados rusos incluso, y fue hecha prisionera en Berlín. La mantenían como a una detenida especial por la información privilegiada que podría brindar sobre las últimas horas de Hitler. Logró salir de la zona rusa y llegó a Munich, donde viviría el resto de su vida.
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