Protesta caótica. La Casa Rosada endurece su posición tras una semana conflictiva en las calles

El gobierno no descarta ordenar la detención de los líderes piqueteros

El titular de Interior dijo que los arrestos podrían hacerse luego de las marchas. Apuntó a "grupos de izquierda"

Tras la semana de protesta piquetera, el ministro del Interior, Aníbal Fernández, se sumó ayer a las acusaciones que realizó el presidente Néstor Kirchner contra los dirigentes que encabezaron los reclamos en todo el país y no descartó que se produzcan "detenciones" de líderes de las organizaciones de desocupados.

"Lo de ayer (por el viernes) no es un sector piquetero sino grupos de izquierda que pretenden provocar al gobierno buscando la represión" y "encontrar, eventualmente, la víctima que justifique o que le dé entidad a este tipo de discusiones", aseguró Fernández.

En tanto, el sector más duro de las organizaciones piqueteras evaluó como "un logro" la reacción de varios funcionarios del gabinete y del propio jefe del Estado, porque -analizó- "equivalen a más de una reunión" con ellos.

"Lo que hemos logrado es que el gobierno fije posición. Cada día distintos miembros del gabinete, y finalmente el presidente, tuvieron que responder", enfatizó Néstor Pitrola, máximo referente del Polo Obrero (PO).

Según Fernández, los "piqueteros responsables tienen que hacerse cargo de lo que incitan o de lo que provocan, y no sería muy difícil poder determinar quiénes son". En ese sentido, agregó: "Si no están dadas las condiciones para poder detenerlos en el ejercicio de la acción, no sería muy difícil hacerlo en el segundo o tercer día, sabiendo dónde están".

Kirchner había calificado de "extorsionadores y provocadores" a los dirigentes piqueteros que participaron del reclamo que incluyó un campamento en Plaza de Mayo.

Luego de las acusaciones del primer mandatario, Pitrola opinó que "Kirchner se puso nervioso porque él es un puntero político y, además, tiene un acuerdo con las cúpulas sindicales que no pueden ver una asamblea de trabajadores, que son las que están resolviendo las luchas por el salario".

Kirchner también había reclamado que la Justicia y los fiscales "apliquen las leyes que correspondan" para encauzar las protestas que se registraron en todo el país.

Fernández aclaró que la estrategia del gobierno seguirá siendo la de "permitir que los derechos constitucionales de peticionar ante las autoridades y de reunión no sean vedados pero que tampoco se perjudique al resto de la sociedad con este tipo de acciones", como los cortes de calles.

En ese marco, el funcionario calificó como "energúmenos" a los piqueteros que denunciaron una judicialización de las protestas a raíz de las declaraciones formuladas por el presidente.

Asimismo, el ministro aseguró "comprender las expresiones" de los sectores que se quejan por los cortes, y advirtió que "hay responsables que dicen y hacen" los piquetes.

Fernández aprovechó para replicar las ásperas críticas de la oposición y de algunos sectores sociales (ver aparte) y reiteró que solucionar la problemática piquetera "es un proceso largo".

El jefe de Interior reiteró que expresiones como las de Hilda Chiche González en contra de la estrategia oficial "poco tienen que ver con lo que realmente se hizo en el gobierno" de su esposo, Eduardo Duhalde. Fue entonces cuando Fernández recordó que durante el último tramo de esa gestión, tras las muertes de los piqueteros Maximiliano Kosteki y Darío Santillán (que atribuyó a "esta postura derechosa de la señora de Duhalde"), él se hizo cargo del problema.

Después de rememorar que "a Castells lo llevé yo a Olivos para hablar con Duhalde", el ministro subrayó: "Por eso, ahora no me puede decir la señora, tan suelta de cuerpo, que no sabía que se sentaban el mismo día en su casa".

Consultado acerca de las críticas que recibió por parte de otros representantes de la oposición, Fernández calificó a todos esos dirigentes de "oportunistas".

"Lo que dicen Patricia Bullrich y Mauricio Macri, quienes tienen tan poca formación política y escaso conocimiento, es desde un profundo oportunismo que, la verdad, no merece ningún tipo de contestación", sentenció.

Asimismo, el funcionario reconoció no compartir "nada" de lo que sostiene el piquetero oficialista Luis D'Elía, quien vinculó al ex presidente con el narcotráfico. "Es injusto que se trate de ensuciar la imagen de Duhalde", concluyó .

A su turno, Pitrola destacó que el debate por los reclamos piqueteros "se colocó en la agenda porque todo el espectro político que disputará el poder el 23 de octubre próximo no discute estas cosas; sólo habla de contratos morales y de instituciones republicanas".

el gobierno de Kirchner respondió con dureza a la protesta piquetera.