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domingo,
21 de
agosto de
2005 |
Cero al as
Tiro perdió por un error del arquero y sigue sin sumar
Javier Parenti / Ovación
Era el partido. En estos noventa minutos ante Banfield estaban puestas las esperanzas de Tiro Federal para celebrar la primera victoria en el fútbol grande. Empezar a crecer en lo numérico para el promedio, más allá del juego, era la premisa. De eso se trata el debut en la A. Sin embargo, la intención no tuvo respuestas. Es cierto que el 0-1 fue inmerecido, pero fue más por lo poco que hizo el rival.
Se necesitan respuestas rápidas y los dirigidos por el Profe Castelli demoraron en exceso para darlas. Se sabe que hoy es fundamental golpear primero y los Tigres no sólo no supieron cómo sino que estuvieron muy lejos de mostrarse como equipo de la elite nacional. Al punto que los protagonistas lo reconocieron.
"Lo que hicimos en el primer tiempo no es de un equipo de primera división", confesó el capitán Rodolfo Aquino y pintó a la perfección la cara exhibida en los cuarenta y cinco minutos desperdiciados.
Cómo habrá sido que hasta el gol de Banfield fue una muestra de eso. Porque Leonardo Fernández pareció no comprometerse para evitar la conquista, quedó la impresión de que dio por simple una pelota complicada y que no evaluó los riesgos. Un arquero tiene las manos para defender mejor su territorio y él eligió mal.
El Taladro, al igual que Tiro, no había llegado con claridad al área. Pero de una pelota que Sand combinó con Barrionuevo llegó el gol. El remate del volante debió ser contenido por Fernández con las manos, pero el arquero eligió rechazar con el pie y no hizo más que estrellar la pelota en Lujambio, quien sin quererlo se transformó en el autor del gol.
No cabían dudas de que los Tigres debían cambiar. Que necesitaban entender de qué se trata el ritmo de primera. El entretiempo sirvió. Un par de gritos en el vestuario, retoques tácticos y cambios -de nombres y posicionales- bastaron para que la imagen fuese otra.
Y allá fueron los tirolenses. Con más determinación para alcanzar un resultado positivo. Buscando por los costados, atacando más en bloque, sin darle a Banfield chances de liquidar el pleito. Entonces faltó contundencia. No tanto en definición sino en armado, en juego ofensivo.
Buján siempre fue el más claro con la pelota en su poder pero no encontró socios en su andar, y recién cuando se cansó apareció el Chino Aquino para tomar la posta y meter algunas pelotas de gol.
La última impresión fue que estuvo cerca de conquistarlo. Un remate de Buján y otro de Aquino ilusionaron, pero el primero fue despejado en la entrada del arco y el otro se fue por arriba.
En la balanza de los merecimientos figuraba el empate, pero la realidad se maneja con conquistas, con triunfos, y Tiro sigue en cero.
Tres jugados y tres perdidos. Los dos primeros previsibles. El de ayer no tanto. Banfield llegaba a Rosario como el primer visitante de Tiro y pintaba como un rival al que se podía vencer. Al menos, con el que no se podía perder. Las circunstancias del juego se presentaron para que así sea, pero los Tigres no estuvieron a la altura necesaria y por eso siguen abajo. Sin poder sumar en este gran desafío de ser de primera.
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Fotos
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Leonardo Fernández va a buscar la pelota al fondo del arco.
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