Lula: "Esto es juego sucio"

El presidente brasileño, Lula da Silva, denunció el "juego sucio" que según dijo enfrenta su gobierno por la catarata de denuncias de corrupción, que volvió a atribuir a quienes se oponen a que gobierne "para los que tienen menos".

"Sé de la cantidad de liviandades, sé del juego sucio que se está haciendo en este país", dijo Lula al inaugurar una fábrica cerca de San Pablo, un día después de que las nuevas denuncias, esta vez contra su ministro de Economía, Antonio Palocci, sacudieran al país justo cuando el escándalo político parecía dar un respiro.

La oposición brasileña se mostró extremadamente cauta con las nuevas imputaciones que involucran al ministro Palocci, priorizando la estabilidad económica de Brasil sobre la política interna. El líder del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) en el Senado, senador Arthur Virgílio, dijo que es necesario contar con más elementos antes de convocar al ministro a dar explicaciones ante alguna de las comisiones investigadores del Congreso. El PSDB es el partido líder de la oposición.

"Palocci es el ancla de dignidad de este gobierno ante la comunidad internacional y ante el empresariado brasileño. Es necesario tener cautela al respecto, pero tampoco vamos a ser buenitos con nadie", dijo Virgílio, uno de los principales portavoces de la oposición.

El senador consideró que la nota en que Palocci desmintió las acusaciones demoró mucho y permitió que la agitación en el mercado financiero se prolongase el viernes, además de ser poco enfática para las circunstancias. "Si las denuncias llegan a ser comprobadas, estaremos cerca del fin del mundo. El ministro de Hacienda no puede tener su nombre vinculado a ese tipo de cosas", advirtió el líder del PSDB.

El gobernador del Estado de Minas Gerais, Aecio Neves, también perteneciente al PSDB, destacó a su vez la importancia de que no se caiga en una "ola de denuncismo. Es necesario que haya investigaciones y pruebas", dijo el gobernador Neves.