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sábado,
20 de
agosto de
2005 |
Opinión: "Central y Newell's deben ser más ambiciosos"
Alejandro Cachari / Ovación
Se sacaron la mitad del peso de encima, pero ya no tienen margen para seguir esquivando el bulto. Los antecedentes los condenan. El empate, uno más, del jueves a la noche dejó claramente en baja la imagen de leprosos y canallas. Pero en algún momento van a tener que hacerle frente a las balas y no habrá otra opción. No es que se dude de la honorabilidad de rojinegros y auriazules, sólo se intenta expresar el hartazgo que generan tantos y tantos Newell's-Central inconsistentes, sosos, temerosos... Y con final previsible. Que hayan empatado casi la mitad de las veces que se enfrentaron no es sólo un dato estadístico. Es una prueba irrefutable de la idiosincrasia que vulnera la grandeza de Newell's y Central.
El lunes 29 en el Gigante ya no habrá margen para las especulaciones. El destino les tendió una trampa infame: deben ganarse sí o sí. Dentro del verbo ganar deben conjugarse todas las opciones de triunfo. El equipo de Olmos pasa con cualquier empate que no sea 0 a 0 ó ganando. El de Cuffaro debe ganar. El marcador en blanco los obligaría a decidir el pasaje desde el punto del penal. Sería espantoso, pero no sorprendente. ¿Serían capaces?
Central fue el mejor de los dos en el Parque por el canto de una uña y mostró algunos de sus atributos vinculados con el juego asociado y la salida muy rápida cada vez que recupera la pelota. Newell's todavía no encuentra un patrón de juego, pero disimula varias de sus debilidades con el peso de sus individualidades.
Este cóctel parece preparado especialmente para la revancha: Central necesitará mucho del conjunto porque tiene que salir a ganar. Newell's ya puede ir calculando los espacios que quedarán para algunos de sus compartimentos estancos.
Las proyecciones en este tipo de definiciones son muy endebles. Tanto como los comentarios previos. Una contingencia del juego es capaz de desmoronar cualquier hipótesis, pero la sensación es que la coyuntura parece adaptarse mejor a las chances de Newell's que a las de Central.
Cuffaro necesitará un equipo con mucha paciencia que logre, como primer acierto estratégico, abstraerse de las demandas que bajarán desde la tribuna. Un gol de Newell's lo obligará a duplicar sus necesidades y lo cierto es que el clásico no tiene porqué ser más abierto que de costumbre. Si en partidos de campeonato se cuidan mucho, en este tipo de definiciones, más.
Tácticas, resultados, antecedentes... Todo pasa a un segundo plano si la grandeza no aflora para atestiguar que lo que gritan orondas ambas parcialidades es cierto.
De hecho, es comprensible que la referencia no les interese demasiado a los protagonistas porque sólo se trata de ganar. Pero si es por penales, aunque se goce más, será una mancha en la historia de dos instituciones que no merecen el descrédito futbolístico porque todo les cuesta mucho.
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