Airbus, China y los desafIos en el cielo

Aurelio Alvarez

La llegada del Airbus A-380 al mercado de los vuelos comerciales despierta un interés singular, tanto por lo que significa esta creación de la ingeniería aeronáutica en sí misma como por las razones que impulsaron su desarrollo. Desde el punto de vista del transporte de pasajeros se abre un abanico que redundará en el seguimiento de la política de bajos costes económicos: el gran volumen de personas en cada viaje lo hará factible. Sin embargo, este beneficio redundará, al menos inicialmente, para un tercio del planeta, aquel que tiene como eje al Lejano Oriente y a China en particular.

Los expertos recuerdan que el entente franco-alemana junto con Gran Bretaña y España, programaron la fabricación de estos pájaros gigantes con el fin de asegurar una vía más de llegada al polo económico de mayor expansión internacional. Algunos en España se han adelantado, sin esperar que los aviones estén disponibles. Ya se sabe, "al que madruga...". Y no sólo se ofrecen oportunidades para gente de negocios, que se supone serán viajeros frecuentes, sino que se observa una marcada política de marketing con ofertas de vuelos directos a China.


Desde Europa
Veamos. Una agencia tan famosa como puede ser Viajes El Corte Inglés propone, en servicios de Air Europa, sólo vuelo a Pekín y Shanghai, desde Madrid o Barcelona, a 649 euros (en business, 2.421). Ahora bien, el paquete Pekín Mágico (5 días-3 noches), más hotel 5 estrellas y desayuno, 995 euros, mientras que China Enigmática (15 días-12 noches) incluye el mismo régimen para Pekín, Xian, Guilin, Hangzhou, Suzhou y Shanghai. Aclaramos que los viajes no son a través de los Airbus, pero será cuestión de tiempo, nada más.

España prevé que multiplicará por diez las llegadas de turistas chinos antes de 2010, justamente por los vuelos directos.

El gobierno de la península resolvió destinar 600.000 euros a promocionar en ese mercado asiático la oferta turística española en lo que resta de 2005. En efecto, España podría recibir hasta 250.000 turistas procedentes de China en un plazo de cuatro años, lo que supondrá multiplicar por diez el contingente de 25.000 turistas chinos registrado el pasado año. El establecimiento de vuelos directos regulares entre ambos países por parte de Air Europa -al que se sumó Air Plus Comet, del Grupo Marsans- y el reciente Acuerdo de Destino Autorizado (ADS) suscripto por China y la Unión Europea, son los pilares en los que se fundamentan estas positivas expectativas.

Entre otras previsiones, la Organización Mundial de Turismo (OMT) augura que China está llamada a convertirse en uno de los principales mercados turísticos emisores del mundo, con 70 millones de turistas en 2010 y alcanzando los 100 millones en el 2020.


Gran problema
Como contrapartida, y volviendo al presente y futuro del Airbus, algunos aeropuertos europeos y asiáticos ya han dado una voz de alerta. Los majestuosos A-380 requieren dimensiones de pista y otras cuestiones consiguientes en tierra que no las tiene cualquier aeropuerto. En caso de emergencia, el descenso de uno de estos aviones supondría algunas contingencias que ahora se avizoran y buscan resolver con anticipación.

Capítulo aparte, el vuelo inaugural del A-380, para los expertos, fue el primer golpe de la guerra que tendrán Airbus y Boeing -el gran desplazado con la irrupción de la alianza europea- en su afán por dominar la venta de súper jumbos. Al respecto, Boeing movió su primera ficha al lanzar el año pasado su atractivo modelo 787 Dreamliner, de 250 asientos, liviano y discreto en consumo de combustible, que entrará en servicio en el 2008. Además, simultáneamente con el despegue del A-380, Boeing anunció dos importantes ventas del Dreamliner, a Air Canada y Air India, lo que elevó a 237 el número total de pedidos.

Para muchos la batalla por el dominio de la aviación entre Airbus con Boeing va más allá de una disputa por el poder, sino que se suma el conflicto entre la Unión Europea y Estados Unidos por las subvenciones públicas a sus respectivos constructores aeronáuticos. Pero ese tema es harina de otro costal.

El nuevo avión aspira a lograr bajos costos en función de lograr más viajeros.