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domingo,
14 de
agosto de
2005 |
Un caso que sacudió a Venado Tuerto
Involucran a "interna policial" en un caso de desarmadero trucho
Lo afirmó el oficial Walter Rubiglio, acusado de ser parte de una asociación ilícita con base en la comisaría 2ª
Carlos Walter Barbarich / La Capital
Venado Tuerto.- El oficial principal Walter Rubiglio, quien se entregó hace una semana a la Justicia tras permanecer varios meses prófugo en el marco de la investigación por el funcionamiento de un desarmadero trucho en el centro de esta ciudad, prestó una declaración tan amplia como jugosa en el juzgado de Instrucción de Hugo Perassi. Dijo que la causa en la que están involucrados varios uniformados que prestaron servicios en Venado Tuerto "obedece a una feroz interna policial", y ratificó su inocencia y la de todos sus camaradas involucrados. Además, acusó -sin pelos en la lengua- a las actuales autoridades de la Regional VIII de policía, al mando del comisario mayor Julio César Pallavidini, de orquestar la campaña de desprestigio contra los imputados.
En su breve contacto con la prensa -tras haber prestado declaración- Rubiglio aportó nuevos datos a la causa y se presume que acusó a civiles de estar involucrados en el hecho. Al oficial se lo vincula a la causa del desarmadero trucho y es el octavo policía detenido y acusado de pertenecer a una asociación ilícita que operaba en la seccional 2ª de Venado Tuerto y con la anuencia de las autoridades de la URVIII.
Rubiglio permaneció prófugo durante casi cinco meses y antes de entregarse realizó una extensa nota con el periodista venadense Héctor Pagano. En la entrevista sorprendió a todos al afirmar que nunca se había ido de la ciudad donde por orden judicial era "intensamente buscado". Durante mucho tiempo el uniformado se desempeño en la seccional 2ª, lugar donde trabajaban los otros policías detenidos. De hecho el ex titular de esa repartición policial, Juan José Asborno, fue procesado cómo jefe de una asociación ilícita y actualmente se encuentra detenido en Rosario.
Impecablemente vestido, Rubiglio prestó declaración en el juzgado de Instrucción y ratificó su inocencia y la de todos sus camaradas. Explicó que "se trata de una interna policial entre las viejas autoridades de la departamental y las nuevas, al mando de Julio César Pallavidini". En otras palabras se trataría -según su apreciación- de una pelea "entre santafesinos y venadenses".
También dijo que "ni Asborno ni (el ex titular de la URVIII) Sergio Rafaelli tienen algo que ver con el desarmadero trucho que funcionaba en Suipacha al 50 de esta ciudad" y admitió que "se trata de una interna policial que sólo busca desacreditar a los anteriores policías" y poner en el rol de buenos a los actuales.
Hasta el momento, en la causa fueron procesados además de Rubiglio, los comisarios Juan José Asborno, Fernando Salinas y Omar Strupeni; el agente César Barré; el suboficial Roberto Nadalini; el sargento ayudante Heraldo Batalla; y el cabo Dalmiro Gómez. También están sospechados el ex jefe de la unidad regional, Sergio Rafaelli; el subjefe, Ignacio Giacomozzi; y el comisario inspector Ambrosi.
En cuanto a la pata civil de la asociación ilícita, el imputado es Sergio Giraudo, presunto dueño del desarmadero que funcionaba en Suipacha 50 (a seis cuadras de la comisaría) y en donde aparecieron varios autos cortados y miles de autopartes dispuestas para la venta. Giraudo fue el último en entregarse a la Justicia, apenas un par de horas más tarde que Rubiglio, y defendió su inocencia ante el magistrado.
El hombre detenido señaló que el local se lo había "alquilado gente de Capital Federal" por lo que desconocía el destino que se le dio al galpón. Remarcó que tiene todos los papeles en regla y habría garantizado poder demostrar que lo declarado se ajusta a la verdad. En tanto, la Justicia no descarta nuevas detenciones y se presume que fundamentalmente Rubiglio y en menor medida Giraudo aportaron datos claves en la polémica causa.
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