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domingo,
14 de
agosto de
2005 |
Una banda sorprendente en el Olaeta
El debut de local de Argentino reclamaba un marco adecuado y la gente respondió con su masivo apoyo. Más de tres mil personas concurrieron a alentar al salaíto que necesita abrirse camino rápidamente en una categoría complicada como la Primera C. El sueño del ascenso movilizó ánimos aletargados de algunos simpatizantes descreídos que ayer mostraron que retomaron la confianza hacia el equipo.
A pesar del empate en cero ante Justo José de Urquiza, por la segunda fecha del torneo, la presencia de semejante número de seguidores (extraño para esta divisional) expuso que por el barrio Sarmiento corren aires de renovación y expectativas.
Chiquilines con los colores de sus amores en sus camisetas, ardientes amantes del ritual futbolero que cedieron ante la chance de ilusionarse, banderas vestidas de azul y blanco, cuatro trompetistas y tres delirantes redoblantes le dieron vida a una cancha que se presentó pintada a nuevo.
La tarde hubiera sido perfecta si el cabezazo de Nahuel Martínez, en vez de chocar con el palo, entraba para desatar tanta ansiedad contenida. Sin embargo, la banda del Sala, expresó en su canto que no pierde las esperanzas.
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