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domingo,
14 de
agosto de
2005 |
Mandarinas: pura vitamina
Las mandarinas son unas de las mensajeras del invierno y comparte con la familia de los cítricos muchas virtudes, entre ellas, ayuda a mantener las defensas del organismo por su alto contenido en vitamina C. Además la pectina que contiene es una forma de fibra soluble que ayuda a reducir el colesterol "malo".
Los flavonoides protegen las paredes de los capilares sanguíneos ejerciendo una importante acción antiinflamatoria. Según algunos estudios, los cítricos ricos en potasio y folatos, ayudan a reducir el riesgo de algunos tipos de cáncer. La mandarina contiene algo más de hidratos de carbono que la naranja, y la cantidad de grasas es escasa en ambos casos.
Respecto a las calorías, se trata de dos frutas poco calóricas ya que 100 gramos aportan sólo 45 calorías. También contiene cantidades importantes de minerales, especialmente calcio y potasio (100 gramos cubre el 5 por ciento de las necesidades diarias), fósforo, magnesio y hierro.
En cuanto a las vitaminas, proporciona 32 mg de vitamina C por cada 100 gramos cubriendo la mitad de los requerimientos diarios. En la cocina, aunque se suele consumir generalmente fresca, puede ser útil en la elaboración de salsas agridulces, en ensaladas, o en platos más elaborados. Para beberla en forma de jugo se deben elegir las variedades de piel más fina y consistente porque suelen ser más jugosas.
A la hora de comprarlas, las más pesadas son un indicativo de jugosidad. La piel debe ser lisa, bien adherida y sin puntos negros ni manchas. Guardadas en la heladera suelen mantenerse en buen estado por bastante tiempo.
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